Por Hugo Luna

¿Qué hace Álvaro García Chávez? , pregunta un ex dirigente ganadero “bussines” le contestan, una expresión cotidiana en el sector del campo. Parece un comentario sin la menor preocupación, pero la impresión que tienen los productores rurales es que la gestión de García Chávez en Desarrollo Rural es un desmadre.

 

Este experimentado ex líder gremial hacía la siguiente reflexión en el sentido que hay dos tipos de secretarios: los que ni fungen ni fingen y los que hacen negocios con sus cuates y la familia del gobernante en turno. Esta última aplica al pie de la letra para el responsable de la Seder.

 

Lo que si puede hacer un secretario de desarrollo rural es trabajar con la integración de las cadenas productivas, quitar trabas a los apoyos que otorga el estado y la federación, generar una homologación de criterios en la tramitología de los servicios que ofrece la dependencia estatal, ayudar a los productores agrícolas y ganaderos a pensar en el futuro de las cadenas productivas.

 

¿Qué es más factible: que una Secretaría, que desarrolla un rol estratégico y de seguridad nacional para la economía local, se pierda en el limbo de la grilla y la excesiva burocracia? O que el secretario García Chávez este enfocando a desarrollar negocios personales en sociedad con Francisco Conejo Cejudo en el cultivo de arándanos en Tuxpan, Zapotiltic y Usmjac. Y que decir del tan cacareado rastro Tipo Inspección Federal para sacrificar cerdos y bovinos en Acatlán de Juárez que le hace falta 200 millones de pesos para concluirlo.

 

Los promotores de este proyecto al darse cuenta que hará falta más presupuesto; han declarado que el éxito del mismo dependerá de la coordinación adecuada, entre las autoridades estatales y federales y entre los productores y demás agentes económicos involucrados. Pero el lado oscuro, es los señalamientos contra el mismo responsable de la Seder, Álvaro García Chávez, Francisco Conejo Cejudo, presidente de la Fundación Jalisco, por el hecho del supuesto desvío de fondos para esta difícil empresa.

 

Además las voces de desconfianza han crecido en los últimos días al conocerse la mala noticia, socios que participan en este ambicioso proyecto le apostaron todo su patrimonio. Hoy ven difícil la conclusión del centro de matanza. Irónicamente algunos dicen que ya enterraron ese dinero en fondo de la tierra.

 

El fantasma de la corrupción ronda en algunas áreas de la secretaria de desarrollo rural, se cita como algunos líderes campesinos, junto a distribuidores de tractores de una marca, logran por medios muy dudosos, la asignación de los tractores apoyados por el programa. Productores que se han beneficiado de esa manera han manifestado que la instrucción sale desde el sexto piso de la avenida Hidalgo 1435.

En este caso destaca la parsimonia de la dependencia oficial ante denuncias como éstas, al final no pasa nada, la lucha contra la corrupción como muchas otras acciones de Gobierno, son mera retórica.

 

Y como no olvidar el manejo discrecional de los dineros público para la competitividad en 2007, programa destinado para los productores de agave y que al final  los “gandallas” son los propietarios de pequeñas y medianas factorías de tequila, comprometidos con García Chávez para que en los próximo meses compren a dos pesos el kilo de agave bajo el siguiente esquema: el industrial necesita cinco millones de pesos, la secretaría le otorga los recursos con anticipación en el acuerdo que el tequilero comprará cinco mil toneladas de mezcal tequilero.

 

Sin duda para sacarse la lotería o el raspadito hay que comprar boleto, pero para crecer y ser más competentes en el sector rural, es la tarea principal de la Secretaría hay que generar mejores condiciones de vida a la población rural y no a la familias de Álvaro García Chávez y secuaces.