Por Julio César Hernández

Durante mucho tiempo, el sector privado jalisciense ha ondeado la lucha contra el comercio informal, la piratería y el contrabando. En cuanta oportunidad tienen las cúpulas privadas, hacen en sus discursos referencia a estos ilícitos, exigiendo la actuación de las autoridades.

Como dijo el coordinador del Consejo de Cámaras Industriales, José Luis Gutiérrez Treviño, durante cuatro años demandaron a las autoridades la creación de una subsecretaría que tomara cartas en el asunto hasta que por fin de lograron en este sexenio.

Pero, como lo referíamos anteriormente, los empresarios e industriales fueron bastante considerados al permitir que al frente de esta subsecretaría quedara una persona cuyo perfil está muy lejano de cubrir las necesidades y que no tiene ninguna experiencia en la materia.

Y esto, además, se suma al hecho de que la dependencia no ha dado resultados en los dos años que tiene de funcionar, aunque el subsecretario Ramón González González argumenta que ha sido por falta de recursos económicos que el Congreso del Estado no le ha liberado.

Bueno, pues en este contexto, los industriales y empresarios se encuentran bastante molestos al enterarse de que con motivo del Día de las Madres, el gobernador Emilio González Márquez regaló a sus colaboradoras bolsas piratas de las marcas Tous y Coach, adquiridas por sus colaboradores.

Como es su costumbre, Gutiérrez Treviño no se atrevió a levantar la voz en su calidad de coordinador de los industriales en contra de las autoridades estatales. Nada en contra del Ejecutivo, aunque siempre presto a salir en su defensa.

En cambio, quienes no se quedaron callados fueron el vicecoordinador del Consejo, Manuel Herrera, y el presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara, José María Andrés Villalobos, quien ha dado un giro a su postura ante el gobierno estatal, luego de que prácticamente también se había convertido en su cómplice.

Para Manuel Herrera, el regalo de bolsas piratas por parte del Ejecutivo es un “asunto muy grave”, y afirmó que “si se compraron los artículos a sabiendas de que eran apócrifos, no se puede solapar, porque no puedes decir que combates el contrabando y eres parte de la cadena…”.

No menos contundente fue Andrés Villalobos, quien contra lo que pudiera creerse, no salió en defensa del negocio establecido donde se adquirieron esas bolsas piratas, y aconsejó que se actúe en consecuencia.

“Si el gobierno tiene facturas (de las bolsas adquiridas), ahora deberá presentar denuncia en contra del negocio establecido, (pues) no vamos a solapar porque se violó la ley…”.

Y es que, sin duda, quien adquirió los artículos piratas debió de haber solicitado al negocio donde los adquirió la factura que soportara la compra, a fin de poderla comprobar a la hora de hacer cuentas.

Si es así, como aconseja el presidente de la Canaco, el gobierno está obligado a actuar en consecuencia.