El futuro político y público de Cynthia Cantero Pacheco, actual Contralora Ciudadana en Guadalajara, se advierte complicado, y cada vez se le descompone más el escenario de gobierno al presidente municipal de Guadalajara, Jesús Pablo Lemus Navarro, a cinco meses apenas de haber asumido el cargo, al enfrentar ya varios problemas cuya solución no se advierte que estén a la vista, como es el caso de la ilegal y amañada licitación de arrendamiento de unidades para la Comisaría de Seguridad y la “jugosa” renegociación de la deuda municipal que no ha logrado sacar adelante por la presunta oposición de sus propios regidores de Movimiento Ciudadano, identificados con Casa Jalisco, y de los ediles de los partidos opositores.
Ahora, su proyecto de tener como titular de la Contraloría Ciudadana a Cantero Pacheco, creyendo que con ello lograba un excelente “golpe” publicitario y lo “vestía” como un funcionario comprometido con la transparencia, rendición de cuentas y combate a la corrupción, se le puede venir abajo, mientras que la titular con licencia del Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos Personales (ITEI) podría estar en serios problemas legales al haber asumido el cargo en el Ayuntamiento de Guadalajara sin antes presentar al Congreso su renuncia al frente del Instituto y esperar a que los diputados la aprobaran.
Ayer Lemus Navarro subió a Twitter una fotografía en la que aparece, entre otras personas, con Cantero Pacheco, y escribió: “La transparencia y la rendición de cuentas son una prioridad para nuestro gobierno, por eso, con el apoyo de @CynthiaCanteroP titular de la Contraloría Ciudadana de Guadalajara presentamos el proyecto #MiradaPública, con el que combatimos la corrupción de una manera frontal”, ignorando que está en la antesala de enfrentar un nuevo problema al interior de su administración.
Y es que todo lo anterior, además, ha generado, “de rebote” un conflicto al interior del ITEI que hoy se encuentra acéfalo, sin presidente, pues la licencia que solicitó Cantero Pacheco concluyó el 28 de febrero, no obstante que apenas tres días antes -el 25 del mismo mes- presentó su renuncia al Congreso, pero es fecha que aun no se somete al pleno y, por lo tanto, no le ha sido aprobada.
Lo anterior abre una interrogante: ¿Puede la presidente del ITEI solicitar licencia a su cargo público para ocupar otro en el Ayuntamiento de Guadalajara durante ese tiempo de licencia? ¿Ignoraba Cynthia Cantero que para que su renuncia al frente del ITEI surtiera efecto, debería de ser aprobada por el Congreso del Estado? Si no lo sabía, ¿quién le aconsejó que siendo titular del ITEI con licencia podía ser al mismo tiempo Contralora Ciudadana en Guadalajara? ¿Puede una funcionaria o servidora publica de su nivel, ignorar lo que establece la ley respecto a todo lo que concierne a su perfil y a su cargo? Y si lo sabía, ¿por qué decidió violentar la ley, con tal de aceptar la invitación de Lemus Navarro?
Ayer el portal Quadratín Jalisco abordó el tema de Cynthia Cantero y refirió lo que establece el artículo 35 de la Constitución del Estado, que a la letra dice:
“Son facultades soberanas del Congreso conocer y resolver sobre las renuncias de los diputados, del Gobernador del Estado, de los magistrados del Poder Judicial; de los consejeros integrantes del Consejo de la Judicatura; del Presidente y los consejeros ciudadanos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos y del Presidente y comisionados del Instituto de Transparencia, Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Jalisco…”.
¿Ignoraba Cynthia Cantero lo anterior? ¿No estaba obligada a saberlo? ¿No buscó asesorarse al respecto? ¿Nadie la asesoró? O si la asesoraron, ¿acaso le dijeron que legalmente podía solicitar licencia a su cargo como presidente del ITEI para irse a trabajar -cobrando un salario, por supuesto-, al Ayuntamiento de Guadalajara?
Y es que no todo queda en una mera anécdota, sino que su conducta -como lo advierte también Quadratín Jalisco-, le genera una responsabilidad de acuerdo a lo que establece el artículo 145 del Código Penal del Estado en su fracción V que señala: “Comete el delito de ejercicio indebido y abandono del servicio, el servidor público que incurra en alguno de los casos siguientes: (…) V. Que sin habérsele admitido la renuncia de su empleo, cargo o comisión, lo abandone sin causa justificada; al infractor de las fracciones IV, V, VI y VII se le impondrá de dos a seis años de prisión y multa de treinta a doscientas veces el valor diario de la Unidad de Medida de Actualización. Además de las penas señaladas en los incisos anteriores, se le inhabilitará de conformidad con lo establecido en la fracción IV del artículo 144 de este Código…”.
¿Actuarán en consecuencia las instancias correspondientes de aplicar lo que establece la Constitución del Estado y el Código Penal del Estado o se le encontrará alguna salida a Cantero Pacheco para que salga bien librada de este embrollo y serio problema en que se metió, todo por responder con celeridad a la invitación de Jesús Pablo Lemus?
¿Y cuál puede ser esta salida? Que el Congreso del Estado no le acepte de momento la renuncia y la obligue a retomar su cargo al frente del ITEI, dándole la oportunidad de que rehaga el procedimiento: que primero presente su renuncia otra vez, que espere a que los diputados se la aprueben y, entonces sí, regresar al Ayuntamiento de Guadalajara como Contralora Ciudadana.
De ser así, ¿cómo queda este asunto al interior del Ayuntamiento de Guadalajara? ¿Obligadamente tendrá que renunciar como contralora o bastará que solicite licencia? ¿Puede ser legalmente contralora ciudadana con licencia y al mismo tiempo continuar como presidente del ITEI? Si renuncia, ¿tendrán que repetir otra vez en el Ayuntamiento todo el proceso para elegir al titular de la Contraloría Ciudadana?
Y una pregunta más: ¿El Congreso del Estado actuará en este asunto dócilmente a favor de Lemus Navarro o le saldrá bastante caro al munícipe de Guadalajara volver a tener a Cantero Pacheco como contralora ciudadana?
Sin duda un escenario muy complicado para Cynthia Cantero con implicaciones legales y penales, mientras que para Jesús Pablo Lemus es un nuevo conflicto que evidencia que sus arrebatadas decisiones con el propósito de mantener los reflectores mediáticos, le están costando mucho en el ámbito político y el gobierno municipal está pagando sus arrebatos frívolos de creerse ya gobernador de Jalisco.