Por Julio César Hernández
 
El conflicto en la Universidad de Guadalajara ha llegado a tal grado del absurdo, que hoy aparecen en los diarios locales dos desplegados firmados por dirigentes de colegios y asociaciones de abogados, uno manifestando su respaldo al rector general sustituto Marco Antonio Cortés Guardado y otro cuestionando y denunciando que su elección fue ilegal.
 
El absurdo está en que ambos son firmados por diez abogados, ¡siete de los cuales se repiten en sendos desplegados!
 
El desplegado firmado por la Federación de Colegios y Asociaciones de Abogados de Jalisco, A.C., (El Informador, página 8-A) señala que “manifestamos nuestro respaldo absoluto al H. Consejo General Universitario y al Rector General, Dr. Marco Antonio Cortés Guardado. Reconocemos que con la elección del nuevo rector, se garantiza la estabilidad y la institucionalidad en la Universidad de Guadalajara…”.
 
Entre los firmantes están: José Abel Murrieta Mariscal, Juan Manuel Lepe González, Alfonso Barrera Gínez, Mario Aguayo Aréchiga, Carlos Alonso Ramírez García, Alfonso Carmona Pérez y Javier Aguilar Prieto.
 
En el otro desplegado (El Informador, página 9-A) , los firmantes “consideramos que entre las violaciones a la Ley Orgánica de nuestra Universidad lo es LA ELECCIÓN DE UN RECTOR GENERAL SUSTITUTO (mayúsculas en el desplegado) sin cumplir lo que la norma establece para ese propósito…
“En la elección del rector general sustituto realizada el 29 de agosto del año en curso, no existió convocatoria y la votación no fue secreta y universal, sino económica (…), lo que hace que la elección de MARCO ANTONIO CORTÉS GUARDADO, adolezca de legitimación…”.
 
Entre los firmantes de este otro desplegado están: José Abel Murrieta Mariscal Juan Manuel Lepe González, Alfonso Barrera Gínez, Mario Aguayo Aréchiga, Carlos Alonso Ramírez García, Alfonso Carmona Pérez y Javier Prieto Aguilar(sic)…
 
¿Cuál de los dos desplegados son los que firmaron en conciencia los siete abogados que aparecen en ambos? ¿Y en cuál de ellos se “piratearon” sus nombres? ¿O acaso quisieron quedar bien con Cortés y Briseño?