Por Hugo Luna

La falta de apoyos por parte de las autoridades hacia los pequeños y medianos productores de leche, la calidad de la misma y otros factores, ponen en riesgo esta actividad agropecuaria en la entidad. Estas son algunas de las expresiones de descontento de parte de los productores lecheros, que mañana se reunirán en Jalostotitlán con representantes del gobierno estatal para encontrar “soluciones pasajeras”.

Y lo digo de esa manera, porque es un problema estructural de la cadena productiva de la leche, y no se solucionará en un abrir y cerrar de ojos. Ambos actores deben de hacer sus respectivas tareas para fortalecer a tan importante actividad.

¿Por qué la calidad de la leche entra en juego en el problema? según análisis de la cadena productiva de la leche en Jalisco, entre 20 y 25 por ciento de los hatos de ganado revisados, presenta tuberculosis y brucela.

La calidad de la leche es variable, porque los productores no tienen un sistema específico para manejar el lácteo, quienes lo hacen de acuerdo a los recursos que poseen. No hay criterios de calidad. El público no la consume por su calidad, sino porque la requiere y demanda.

Sobre el aspecto apoyos, ¿por qué los productores de leche no cuentan con ellos? Los apoyos que ofrece el gobierno federal en sus diversos ámbitos favorecen a los grandes productores. La banca comercial no otorga préstamos a los pequeños y medianos, porque estos no cuentan con las garantías necesarias para garantizar el pago del crédito.

Los productores quieren trabajar de manera individual, pero no están organizados ni por municipio ni por región. Se les concientiza de la importancia a que se organicen, porque así pueden abaratar sus costos de producción, pero aunque conozcan las ventajas de ello, no lo hacen. Una de sus tantas y absurdas respuestas es que una vez unidos, pueden existir “gandallas” sobre quién o quiénes se quedarán con lo comprado por todos. ¡Por estas actitudes no avanzamos!

Su proceso productivo es desarticulado. No hay ninguna interacción entre los sectores que conforman la cadena productiva. Todos funcionan con base en sus intereses individuales, pero no se manejan bajo un plan de trabajo.

A lo anterior hay que agregar la falta de comercialización de la leche. La leche bronca no tiene atractivos para las grandes industrias (Sello Rojo, Grupo Pureza, Lala) y los productores la venden "litreada" (por litros) en la zona metropolitana.

Los productores pueden mejorar su situación, pero se muestran reacios ante la asesoría técnica, pues la ven como un gasto y no una inversión. No creen en ella. La gran mayoría de las personas que se dedican a esta actividad, afirma que la producción de leche no es negocio.

A pesar de existir condiciones favorables, los productores no buscan un sistema orientado a mejorar sus ingresos por la generación del lácteo. Los métodos que siguen tienen un doble propósito: producir leche y carne.

Una solución para mejorar este panorama, sería la fundación de empresas integradoras, que los haría trabajar en función de un objetivo común, con lo que podrían conseguir asesoría técnica en todas las áreas, no solo en la producción animal, sino de alimentos, financiamiento y sobre todo la administración del negocio como tal.