Ayer leí las declaraciones que la presidente del Partido de la Revolución Democrática, Natalia Juárez, hizo al periódico NTR Guadalajara y dejó muchas preguntas abiertas que o no se las hicieron o no se reflejaron en el texto publicado, y que considero deben de encontrar respuesta para saber por qué aún existe el PRD en Jalisco si ya no cuenta con registro como tal, y prácticamente vive artificialmente.
Dice Natalia Juárez: “Muchos miembros de la comunidad universitaria eran miembros de nuestro partido, muchos miembros de la comunidad se fueron a Hagamos, efectivamente; claro que fue un golpe y claro que muy fuerte, devastador, te lo digo eran los que nos daban, jalaban mucha gente por su trayectoria y trabajo bueno que realizó siendo perredistas; y claro que cimbró y cimbró muchísimo y al final los que nos quedamos somos los que creemos en este proyecto, en este partido”.
Confesó que quienes aún son militantes del PRD, lo son “por convicción” porque “creen en los ideales con que fue creada la fuerza política” y que, por lo tanto, aún son una opción.
De entrada, nadie ignora que el PRD Jalisco y Hagamos Jalisco tienen al mismo jefe político: Raúl Padilla López, y que los integrantes de ambos partidos responden políticamente al Grupo Universidad, cuya jugada fue un acierto al crear un partido político estatal que les sirvió para “renacer” políticamente ante el desgaste sufrido durante muchos años del partido del sol azteca. Y el acierto se confirmó con los votos obtenidos para alcanzar dos diputaciones locales por la vía plurinominal: Mara Robles Villaseñor y Enrique Velázquez, así como cinco presidencias municipales: Chiquilistlán, Cuautla, El Arenal, Guachinango y Mazamitla.
Natalia Juárez confirma lo que también todos sabíamos: que muchos perredistas universitarios se pasaron a las filas de Hagamos Jalisco para lograr su registro como partido, amén de que mantenerse en el PRD ya no les era redituables, pues cada día era más difícil, sino es que imposible, ganar una elección y los pocos votos que lograban sumar no alcanzaban siquiera para obtener ni siquiera una sola regiduría en cualquiera de los municipios del área metropolitana.
En el PRD llegaron, entonces, a la conclusión de algo así de “como para qué echarle dinero bueno al malo”, y fue así que se dio el paso que no pocos creyeron que el Grupo Universidad podría haberlo dado mucho antes: fundar su propio partido. Pero no lo hicieron mientras ganaran espacios con las siglas PRD. Al ya no existir esa oportunidad, entonces crearon Hagamos.
Dice Natalia Juárez que la salida de los perredistas universitarios “fue un golpe y claro que muy fuerte, devastador” y que “cimbró” y “cimbró muchísimo”.
La fuerza del “golpe” que resintió el PRD con la salida de los universitarios fue de la intensidad que necesitaba Hagamos para poder nacer. Sin la “materia prima” que el perredismo aportó al nuevo partido estatal, no hubiera sido posible obtener su registro y obtener una muy buena votación que también lo vio reflejado en algo que el PRD dejó de ver desde hace mucho tiempo: la entrada de recursos económicos para existir o sobrevivir.
¿De qué vive, entonces, el PRD? ¿Cuánto cuesta mantener una siglas que aparecen en la boleta electoral como parte de una coalición con el PAN y el PRI? ¿Cuántos militantes reales tiene el PRD en Jalisco? ¿Alcanzarían para llenar un vochito? ¿De veras son una opción? ¿Para quién y para qué? ¿Por qué esa inteligencia, con Natalia al frente, no sigue los pasos de otros universitarios y se suma a Hagamos?
No dudamos que hay perredistas que aún creen en sus ideales, como aún hay comunistas que creen en sus ideales pero que hoy están en el lado extremo del partido en el poder: Morena. O simplemente viviendo de los recuerdos y de algunas viejas glorias. Pero ya no existe ni como grupo político el partido comunista.
La gran duda es: ¿Cuándo se decidirá el Grupo Universidad a entregarle la franquicia a “Los Chuchos”, quienes tienen el control de lo que queda del PRD a nivel nacional, para concentrarse y poner todas sus “canicas” en la canasta de Hagamos? ¿Acaso después del 2024?
Y es que aparece otra pregunta: ¿Para qué sirve ya el PRD?