Estoy seguro que ni las paritarias creyeron que en el corto plazo, mucho menos en la siguiente 63 Legislatura que arranca el primero de noviembre próximo, el Congreso del Estado estaría integrado mayoritariamente por diputadas. Serán 24 legisladoras y sólo 14 diputados. Casi dos a uno. Así lo propusieron los partidos políticos y así lo decidió la ciudadanía el pasado domingo seis.
Como fracción mayoritaria, Movimiento Ciudadano tendrá 11 diputadas de los 16 que la integrarán. O sea que cinco serán hombres. Le sigue Morena, que de los ocho legisladores cinco serán mujeres y tres hombres. El PRI llevará tres mujeres y dos hombres, en tanto el PAN será a la inversa: dos mujeres y tres hombres. Hagamos tendrá dos diputados: una mujer y un hombre. El Verde Ecologista y Futuro estarán representados por sendas mujeres diputadas.
Otro hecho inédito que podríamos ver es que la mayoría de las siete fracciones parlamentarias serían coordinadas por mujeres, pues en Morena todo parece indicar que esa responsabilidad recaerá en Tomás Vázquez Vigil o José María Martínez Martínez, mientras que en Hagamos y el PRI los coordinadores podrían ser Enrique Velázquez y Hugo Contreras, pero ahí también podemos apuntar a Mara Robles Villaseñor y a Hortencia Noroña Quezada, respectivamente.
Claro, aunque en la fracción de Movimiento Ciudadano perfilan a Priscilla Franco para ser la coordinadora, no debe sorprendernos que la designación favorezca a Eduardo Ron Ramos, hombre de todas las confianzas del secretario de Asistencia Social, Alberto Esquer Gutiérrez, quien se ha convertido hoy en uno de los integrantes del gabinete más cercano al gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
A reserva de lo anterior, ¿qué sello marcará la diferencia entre la próxima Legislatura, la actual y las que les antecedieron, integradas mayoritariamente por hombres? ¿Qué expectativas genera una Legislatura integrada por 24 mujeres de 38 legisladores que la conforman? ¿Es de esperarse, acaso, un Poder Legislativo verdaderamente independiente y autónomo del Poder Ejecutivo? ¿Dejaría de ser el Congreso del Estado la Oficialía de Partes del gobernador o simplemente será más de lo mismo? ¿Será una Legislatura no sumisa al Ejecutivo? ¿Atestiguaremos en las 24 diputadas la decisión de marcar y demostrar una verdadera separación de poderes? ¿Las 11 mujeres diputadas de Movimiento Ciudadano actuarán de acuerdo al ritmo que les marquen desde Casa Jalisco? ¿Qué papel jugarán las 13 mujeres que representarán a la oposición en el Congreso?
Una cosa es clara: no habrá bancada femenina versus fracción masculina. Este escenario no debe darse, porque no se trata de la representación de género en el Poder Legislativo sino de fracciones parlamentarias partidistas, donde diputados y diputadas tendrán que tomar las mejores decisiones para el bien de Jalisco y los jaliscienses. Sin embargo, es indudable que el hecho de que la mayoría de esta Legislatura esté integrada por mujeres, es de esperarse que veamos una diferencia en la actuación del Congreso del Estado. ¿Cuál? La verdad no lo sé, pero creo que bastaría con que hagan respetar su autonomía e independencia, que con claridad le marquen al Ejecutivo la línea de la separación de poderes, que las decisiones que tomen sean para quedar bien con los ciudadanos y no con el inquilino de Casa Jalisco o con quien despacha en Palacio de Gobierno. Y en esta tarea van incluidos los 14 diputados restantes.
Si lo anterior se da, sin duda que la 63 Legislatura pasará a la historia no sólo por haber sido integrada mayoritariamente por mujeres, sino porque supo hacerse respetar, defendió su dignidad como uno de los Poderes del Estado y no actuó como una dependencia más del Ejecutivo. ¿Será posible lo anterior o estaré pidiendo demasiado?
Al tiempo…