¿Quién quiere sumarse a la campaña de Xóchitl Gálvez Ruiz…?
Dígase lo que se quiera de ellos -no es ahora tema de debate-, pero el anuncio de que personajes ex priistas como los ex gobernadores Eruviel Ávila, del Estado de México, y Alejandro Murat, de Oaxaca; Adrián Ruvalcaba, exalcalde de Cuajimalpa; y los senadores Nuvia Mayorga y José Carlos Ramírez Marín, integraron el llamado Frente Progresista para apoyar a Claudia Sheinbaum Pardo, obliga a la pregunta inicial porque no vemos a nadie quererse sumar a la precandidata del Frente Fuerza y Corazón por México.
Al contrario, se deslindan, desmarcan o renuncian, como el caso del ex gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien anteayer renunció al equipo como encargado de trabajar el tema de Desarrollo Urbano Sustentable para el programa de gobierno de la senadora con licencia.
Que todos ellos son “impresentables”, podrán argumentar y recurrir al sonado dicho de “más vale solo que mal acompañado”, pero bien que mal todos ellos suman votos; pocos o muchos, los que sean, pero son votos que no se emitirán a favor de Xóchitl Gálvez. Y las elecciones se ganan con votos. El senador con licencia, Ramírez Marín, aseguró que como Frente tendrán representación en los 32 estados del país y en los 300 distritos. Habrá que ver, pero de ser así serán votos que tampoco se sumarían a las candidaturas a los gobiernos de las nueve entidades donde habrá elección de gobernador, como es el caso de Jalisco.
En su presentación, Adrián Rubalcava dijo: “La alianza opositora tiene una candidata que no se maneja ella. Es un títere de este grupo, una candidata que no tiene respaldo ciudadano y que no toma decisiones. Yo diría: pobre Xóchitl, tan lejos del triunfo y tan cerca de Alito…”.
¿Le falta razón al ex priista? Creo que no. Xóchitl no tiene ni voz ni voto para la selección de candidatos de la coalición. Las cúpulas partidistas le han cerrado las puertas y ella ha tenido que recurrir a un argumento muy simple: “O me concentro a palomear candidaturas o me concentro a recorrer el país…”, declaro a los periodistas en Chihuahua hace un mes. Y, efectivamente, en este tema no le han dejado metes las manos. Incluso, no ha dudado en deslindarse de la selección que han hecho Marko Cortés, Alejandro Moreno y Jesús Zambrano, como cuando negó haber sido ella quien dio la candidatura plurinominal al Senado al ex candidato presidencial Ricardo Anaya.
¿Dónde está la sociedad civil que supuestamente respaldaba la candidatura de la hidalguense? Las propias cúpulas partidistas se han encargado de hacerla a un lado, como lo hicieron el ingenuo ex presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, quien creyó que con el discurso de la “sociedad civil”, de criticar a los partidos políticos y a sus dirigentes iba a lograr que lo postularan como su candidato presidencial. ¿Dónde están los candidatos de esa “sociedad civil” en la lista de personajes que postularán al Congreso de la Unión o a las gubernaturas? Repasamos la lista y cada estado o cada distrito lleva el distintivo de las siglas de cualquiera de los tres partidos políticos, al igual que las alcaldías.
La precampaña de Xóchitl Gálvez no ha correspondido a las expectativas generadas en su “destape” que, insisto, fue artificial, forzada y muy “inflada” en redes sociales. Hasta los analistas y columnistas políticos antilópezobradoristas y anticuatroté han destacado cómo la candidata de la coalición opositora no sólo no levanta sino que va a la baja, ya sea por errores propios o por la mala estrategia de sus colaboradores.
Las encuestas la colocan en un lejano segundo lugar -que la verdad nunca perdió como quiso hacer creer el emecista Samuel García-, aún las que registran la menor diferencia con la morenista Claudia Sheinbaum.
¿Será por todo esto que nadie quiere sumarse a su campaña más allá de los que la iniciaron con ella?
Insisto, las elecciones se ganan con votos, y Xóchitl Gálvez no suma ni siquiera los de presuntos “impresentables” como pueden calificar a estos expriistas que decidieron crear el Frente Progresistas y llevar sus pocos o muchos votos a la 4T.
Vamos a esperar para ver qué sucede en el arranque de las ya formales campañas el año próximo.