Julio César Hernández
Luego de varios años de distanciamiento que los llevaron a enfrentarse en los pasados procesos internos en el PAN por la candidatura a la presidencia municipal de Zapopan, que finalmente les ganó el PRI con Héctor Vielma a la cabeza, el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña y su ex colaborador Guillermo Martínez Mora, decidieron “fumar la pipa de la paz”.
El lunes pasado, ambos políticos fueron vistos en el restaurante del hotel Quinta Real, a donde llegaron pasadas las diez de la mañana. El primero en llegar fue el actual presidente de la Cámara de Diputados y a los pocos minutos hizo su arribo el regidor zapopano.
El lugar que Martínez Mora decidió ocupar en la mesa fue significativo, pues no obstante que a la izquierda de Ramírez Acuña la silla estaba libre, aquel prefirió sentarse enfrente, lo que podemos entender como que apenas andan restaurando la vieja amistad perdida por quién sabe qué razones.
¿De qué hablaron? Difícil saberlo, pero no descartamos que además de reanudar su relación de amistad, ambos políticos pudieron haber abordado el tema de la próxima elección del nuevo dirigente panista en Zapopan, que si bien se efectuará hasta octubre próximo, los aspirantes a suceder a Bernardo Guzmán andan muy “movidos”.
¿O será que este es uno de los muchos encuentros que pueden tener para ir delineando el perfil del próximo candidato del PAN a la presidencia municipal zapopana?
Ya lo sabremos al tiempo.
20 mayo, 2010