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Julio César Hernández
En el PAN y en su fracción legislativa en el Congreso del Estado saben que en esta ocasión al PRI le corresponde proponer el nombre de quien será el próximo presidente del Instituto Electoral del Estado, y por ello no hacen más que impulsar que la propuesta sea tres para ellos y cuatro para el PRI, dejando fuera al PRD y al PVEM.
Si bien, como lo apuntamos en su momento, el ex magistrado Gabriel Gallo Álvarez es considerado el “caballo negro” por tener, además de un sector del priismo, el “visto bueno” de no pocos diputados panistas, existen otros dos nombres que se siguen promoviendo en busca de cubrir la vacante que se asegura dejará David Gómez Álvarez en la presidencia.
Y, como en el PAN, también las corrientes o los grupos internos buscarán tener un espacio, empujando a su candidato. Es el caso, como ya también es conocido, del grupo identificado con el alcalde Jorge Aristóteles Sandoval, que promueve al actual consejero Tomás Figueroa Padilla, y el de la corriente del coordinador de la fracción tricolor, Roberto Marrufo Torres, que se asegura impulsa la candidatura del académico y ex consejero electoral Jaime Tamayo.
Obviamente que el ex magistrado Gabriel Gallo es promovido por la corriente del senador Ramiro Hernández García. Inclusive, se asegura que antes de su registro -fue el antepenúltimo, con el número 125-, se “cabildeó” con algunos diputados de la oposición la posibilidad de ser apoyado para la presidencia y la respuesta fue positiva.
Si bien Gallo Álvarez tiene esa ventaja, ¿cuál es la postura de la dirigencia estatal del PRI, que encabeza Rafael González Pimienta? ¿A favor del ex secretario general del Congreso o se inclinará por Figueroa Padilla o Tamayo? ¿La decisión se tomará aquí en Calzada del Campesino 222 o como ha sido la constante, será la dirigente nacional, Beatriz Paredes, la que defina quién será el titular del órgano electoral local?
Valga decir que Gallo Alvarez es quien suma más apoyo de la oposición, posteriormente Jaime Tamayo y hasta el final Tomás Figueroa. Es por ello, según lo sondeado entre los legisladores, que el primero mantiene su ventaja.