Por Julio César Hernández
 
La decisión de Bernardo Guzmán Cervantes de romper la alianza con Raúl Alejandro Padilla Orozco, ante lo que llamó táctica dilatoria del legislador federal para aplicar la encuesta que definiera quién sería el precandidato de la misma para enfrentar a Guillermo Martínez Mora por la candidatura del PAN a la alcaldía de Zapopan, provocó sorpresas y desató todo un maremagnun al interior de Acción Nacional.
 
Las llamadas telefónicas entre los diversos integrantes de ambos grupos estuvieron ala orden del día, pero también provocó que hoy por la ñamana se reunieran muy temprano en el restaurante OUI el susodicho Padilla Orozco y el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña.
 
Más tarde, Raúl Alejandro partió rumbo al lugar de la cita con Bernardo Guzmán, quien le plantearía el finqiuito de la fallida alianza, principalmente en lo que corresponde a los integrantes de ambas planillas, pues se repartieron seis y seis.
 
Hasta donde se conoció hoy por la mañana, los precandidatos de Guzmán Cervantes que iban en la planilla de RAPO le presentarían a éste su renuncia, con lo que obligaría al Comité Ejecutivo Nacional a designar a quienes cubrirían esas seis vacantes. Lo mismo pasaría si los seis precandidatos padillistas renuncian a la planilla de Guzmán Cervantes.
 
Se estimaba que la reunión entre los dos precandidatos concluiría alrededor de las 13 horas con una cosa segura: que ya no habrá encuesta para definir al candidato de la alianza.