Manuel Romo le “sacó la espina” al equipo de Eduardo Rosales Castellanos, clavada semanas atrás con la derrota que sufrió con la candidatura de José Antonio de la Torre por la dirigencia municipal en Zapopan. Su triunfo sobre el “emilista” Alejandro Madrigal, confirma la “jetatura” del grupo que en Guadalajara encabeza Alfredo Argüelles, quien junto con Rodolfo Ocampo y Jorge Salinas, se apunta a jugar por la candidatura del PAN a la presidencia municipal en 2009.
Por donde se le quiera ver, la derota de Madrigal Díaz es también un serio golpe para el equipo del gobernador Emilio González Márquez, que confiaba en refrendar la victoria zapopana, ahora en la capital del estado.
Pero precisamente fue el triunfo en Zapopan lo que despertó la esperanza al grupo emilista, pues el mensaje que estuvieron enviando durante varios meses fue el de la desventaja ante Manuel Romo, según se concluye por la “guerra de e-mails” que mantuvieron en la red en contra de quienes se declararon romistas.
Los “blancos” de esta guerra fueron el propio Rosales, Salinas, Argüelles, Gustavo González y otros más, siempre procurando no lanzar un “golpe” frontal contra el candidato Romo.
En esta guerra o lucha encarnizada que sostienes paquistas contra emilistas, el triunfo de los primeros en Guadalajara los coloca en una muy buena posición con miras al 2009 y les permite, cuando menos, tener el control del comité municipal más importante de la entidad.
Es más, se asegura que en Zapopan el grupo lalista fue un intruso que se enfrentó a los panistas de Zapopan, con Pepe Toño al frente, pero quien no contaba con una amplia simpatía.
En Guadalajara, en cambio, la diferencia de 555 votos a favor de Romo sobre Madrigal, marcan una amplia ventaja para como son tradicionalmente los resultados en las contiendas panistas.
Así las cosas, hoy los paquistas-lalistas se sentirán satisfechos de haber retenido el Comité del PAN en Guadalajara, pues ahora resta prepararse para, llegado el momento, quedarse con la mayoría de las candidaturas en disputa.
Ver para creer.