Alfonso Javier Márquez

A los que nos gusta ver sangre correr (hablando en sentido figurado) , esta semana se pondrán muy buenas las campañas políticas. Por ejemplo arreció la campaña más sucia de todas las que están en marcha: la de Fernando Garza Martínez contra Jorge Salinas; el ex alcalde de Guadalajara que quiere volver a ser lo mismo abiertamente dice en cuanto foro encuentra que Salinas es cuñado de Eduardo Rosales (y no miente) y que desde esa perspectiva el arbitro no puede ser imparcial que debería renunciar y coordinar abiertamente la campaña de su familiar.

Al mismo tiempo Salinas sigue recorriendo colonias donde viven panistas para reafirmar los votos comprometidos que, aseguran sus seguidores, suman mas de 60 por ciento de la membresía y de paso les recuerda los errores de Garza cuando fue presidente municipal y dañó la imagen del partido cuando al término de su periodo salió muy deteriorado luego de haber admitido que mintió públicamente lo que al parecer la ciudad no le perdonó nunca.

En el otro frente, se quedó en nivel irreconciliable la fractura entre los ex aliados Raúl Alejandro Padilla y Bernardo Guzmán. Y no pudieron reconciliarse y hasta se convirtieron en enemigos. Y el que sale ganando es Guillermo Martínez Mora quien arreció su campaña sin voltear atrás. De por sí, las encuestas lo ponen muy por encima de sus contrincantes, ahora menos voltea a verlos en esta recta final de aquí al primero de marzo que es el último día para hacer campaña en el proceso interno del PAN.