Desde su mensaje del 14 de julio el gobernador Enrique Alfaro “rompió” políticamente con Dante Delgado Rannauro y con Movimiento Ciudadano cuando dijo que “Movimiento Ciudadano ha optado por una ruta que no entiendo ni en sus tiempos ni en sus formas (…); por eso, no pienso hacer hoy lo que nunca he hecho en mi carrera política: ser parte de algo en lo que no creo”. Y cuando tácitamente dejó en manos de los integrantes de su equipo político (emecistas-alfaristas), el futuro de MC en Jalisco: “Tendrán que ser ustedes los que asuman la responsabilidad de enfrentar la siguiente elección como lo hicimos siempre: con humildad, con unidad, con principios. Sé que lo van a hacer muy bien, y que este proyecti tendrá continuidad después del 2024”.
O sea, en dicho mensaje anunció que “sacaba las manos” de todo lo que tuviera que ver con Movimiento Ciudadano y que entregaría “mi estafeta política en mi estado a los extraordinarios liderazgos que se han formado en la lucha que desde hace 20 años hemos dado juntos…”.
Ante esta postura, Dante Delgado convocó a una mesa de diálogo con Alfaro Ramírez, pero nunca dijo que era para convencerlo de que cambiara de opinión, para convencerlo de que no abandonara su participación política en MC, para convencerlo de que debería seguir participando en la toma de decisiones del partido. El dirigente nacional del partido tuvo un gesto de cortesía para la figura que impulsó a Movimiento Ciudadano, nada más.
Alfaro aceptó participar en esa mesa de diálogo, pero ni antes ni después declaró que había cambiado de opinión respecto a su decisión y postura de separarse de Movimiento Ciudadano y ya no participar más en él. Al entrar a ese salón donde se reunió con Dante y demás invitados y al salir de él, Enrique Alfaro mantuvo su ruptura política con Dante y MC. Nunca condicionó a nada cambiar de opinión. Su decisión la había tomado y así lo declaró a nivel nacional.
Enrique Alfaro nunca declaró nada sobre lo tratado en esa mesa del diálogo. Nunca dijo si aceptaba o no la “inauguración de un espacio de reflexión”. Nunca dijo que tras ese encuentro podría analizar cambiar su decisión de no participar más en decisiones y acciones dentro de Movimiento Ciudadano. Simplemente acudió, escuchó y seguramente habló -nunca conocimos detalles de lo sucedido ahí-, pero jamás declaró nada que hiciera sospechar que daba marcha atrás a su decisión del 14 de julio.
Lo que hizo ayer sin decirlo, pero sí repitiendo la estrategia y el discurso de ese 14 de julio, fue que se salía de esa mesa de diálogo y que mandaba “al carajo” ese “espacio de reflexión” que se “inauguró”. O sea, que él ya no regresará a sentarse junto a Dante Delgado e invitados para hablar, dialogar o discutir sobre el futuro de Movimiento Ciudadano. Esa es la única novedad en su declaración de ayer, eso es lo que podríamos interpretar como “noticia”, porque todo lo demás fue exactamente lo mismo que sucedió antes y ese 14 de julio.
Recuérdese que antes de su mensaje de ese día, se inundaron las redes sociales y algunos medios de comunicación con encuestas donde colocaban a Alfaro como uno de los cinco gobernadores mejor calificados en el país, cuando apenas un mes antes era todo lo contrario, estaba entre los tres peor calificados. Ahora, antes de la declaración “banquetera” -que seguramente ya estaba programada-, apareció en redes otra vez la imagen de una encuesta (aquí anexa) en la que presume que su aprobación sigue subiendo. Y después, vuelve a decir lo mismo, con otras palabras, que el 14 de julio.
Por lo tanto, no puede publicitarse como “novedad” o “noticia” que Alfaro rompió con Dante Delgado y Movimiento Ciudadano porque eso ya lo había hecho, políticamente, el 14 de julio. Lo que destaca como una coincidencia y lo hace previsible fue que además de publicar encuestas previamente, en aquel entonces dio su mensaje antes de reunirse con el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, y ahora hace sus declaraciones antes de reunirse con Xóchitl Gálvez.
Hasta en eso no hubo noticia alguna…