Ahora que la renovación de dirigencia de mesa directiva en El Palomar está por venir, y con la próxima salida de Alberto Uribe del Ayuntamiento de Tlajomulco, la reactivación de la construcción de fraccionamientos en la zona boscosa del Palomar puede convertirse en un problema ecológico muy peligroso para la ciudad.

Este 18 de enero, se hizo evidente el poco interés que tiene la actual mesa directiva de colonos del Palomar en el resguardo de la zona protegida del Bosque de la Primavera y la nula vigilancia que hacen de las suspensiones impuestas a las constructoras por parte de la autoridad. Y es que parece ridículo que un FRACCIONAMIENTO PRIVADO, con SEGURIDAD PRIVADA, que se supone patrulla 24 horas el fraccionamiento, no detecte en dos ocasiones las actividades de una constructora en un proyecto clausurado por las autoridades municipales, lo que al final repercute en un accidente que deja lesionados a dos trabajadores de la construcción.

La historia de violaciones a la ley del edificio ubicado en la Calle Paseo los Laureles y que se supone por la lona externa es un proyecto elaborado por la firma Creato Arquitectos, es la siguiente:

–          En junio de 2017 la Fiscalía Ambiental de Tlajomulco clausuro las obras de construcción en el mirador que se construía en plena montaña del fraccionamiento El Palomar, sobre la Calle Paseo los Laureles, a petición de Protección Civil y Bomberos del mismo municipio. Las causas que originaron la clausura fueron el desvío de cauce del agua y daños ecológicos por deslaves en la zona.

–          El 3 de agosto de 2017 el reportero Julio Cárdenas del periódico MURAL dio a conocer que la constructora violó los sellos de clausura y reinicio las labores de construcción que se realizaban anteriormente en el fraccionamiento clausurado. Nuevamente acudió al lugar la Fiscalía Ambiental para la ratificación de sellos y multar por la violación previa de los mismos.

–          Este 18 de enero de 2018, por la mañana, nuevamente nos enteramos qué la constructora había retomado labores en la edificación clausurada previamente en la Calle Paseo los Laureles; lo lamentable es que fue necesario que se derrumbara parte de la cimbra de la edificación, dejando atrapados a dos trabajadores, para que hasta entonces interviniera nuevamente la Fiscalía Ambiental de Tlajomulco y la mesa directiva de El Palomar se diera cuenta de lo que sucedía en su fraccionamiento.

Cuando uno revisa el proceder de la constructora que realiza la obra en la Calle Paseo los Laureles, en pleno fraccionamiento privado de El Palomar, surgen diferentes preguntas, ¿Cómo es posible que la mesa directiva que administra el fraccionamiento El Palomar no sepa lo que ocurre dentro de sus limites territoriales y más aun cuando pone en riesgo a sus propios colonos? ¿A qué o a quién se atiene la constructora para violar repetidamente los sellos de clausura de la Fiscalía Ambiental de Tlajomulco? Según Protección Civil de Tlajomulco esa construcción causo daños ecológicos y la alteración al cauce natural en la montaña de El Palomar pone en riesgo la zona por próximos deslaves, ¿En verdad a nadie le importa? ¿Cuántas construcciones más se están realizando de forma ilegal en El Palomar sin que las autoridades municipales se den cuenta?

El contubernio aparente entre los administradores de El Palomar, el Ayuntamiento de Tlajomulco y las constructoras afecta ecológicamente a toda la zona de López Mateos, ¿A alguien le importa?