Por Hugo Luna

Al inicio de año, el precio de la carne experimentó un alza constante por la falta de maíz en el mercado para alimentar al ganado y como consecuencia empezaron a correr distintas versiones de que en junio, el aumento acumulado había sido de hasta 25 por ciento en cortes populares y 40 por ciento en cortes selectos.

Y es que a partir del segundo semestre del año se espera que los precios de los productos cárnicos permanezcan estables, toda vez que se tomaron medidas para neutralizar los elementos que a lo largo de la primera parte del año elevaron los costos al consumidor en un máximo de 12 por ciento

Este comportamiento del mercado tiene una lógica, al mantener abiertas las fronteras a la importación de insumos para el sector se logró abastecer la demanda de los productores; es por ello, que la perspectiva es más optimista.

Además para que los bolsillos del consumidor no resientan los incrementos del precio de la carne, el sector absorbió gran parte de los incrementos que se dieron en los insumos para que el aumento real quedara sólo en 12 por ciento.

Un sector que menos incrementó sus precios fue el de cárnicos industrializados, es decir, donde se incluyen los embutidos, ya que sólo experimentaron alzas de máximo de cuatro por ciento.

Mientras no exista en el país una política agroalimentaria capaz de abastecer la demanda de insumos será necesario seguir importándolos, sin embargo no hay garantías si ésta medida seguirá siendo un factor de volatilidad en los precios al consumidor.