volante-del-pan
Julio César Hernández
Más de un automovilista sintió pena ajena al recibir en sus manos uno de los volantes que repartieron ayer los panistas, presumiendo que echaron para abajo la propuesta del gobernador Emilio González Márquez de crear el impuesto estatal de tenencia vehicular y en el que se les exhorta a unirse a esta propuesta.
Y digo que debieron de haber sentido pena ajena por la gran cantidad de errores ortográficos, concretamente de acentuación, que se aprecian en dicho volante y que demuestran la ignorancia de quien lo redactó y de quien lo revisó para su aprobación.
De inmediato en la sede de la calle Vidrio se deslindaron de tan enorme ignorancia -Hernán Cortés confesó inclusive que instruyó para que ya no se entregaran ante tantos errores-, y le echaron la “bolita” a un diputado blanquiazul cuyo nombre no quisieron revelar, aunque podemos imaginarnos de quién se trata.
Cuando en la escuela cometíamos estos errores, los profesores nos decían que al parecer tomábamos un puño de acentos y los lanzábamos al texto para que cayeran donde fuera, sin tener cuidado en colocarlos correctamente en cada palabra que corresponda.
Bueno, pues como puede apreciar en el facsímil del volante que acompaña este texto (encerrados en un círculo), los redactores del mismo ignoran cuándo acentuar una palabra y dónde va la tilde en las que deben acentuarse. Y tampoco saben cuándo abrir y cerrar un signo de interrogación.
Ante todo lo anterior, haga su buena acción del día y recomiéndele al PAN -para que ahí se lo envíen al autor del texto y al revisor- un buen profesor de ortografía. Pero si eso no es posible porque los catedráticos están ocupados -ya ve que deben trabajar doble turno para completar “el chivo”-, entonces envíeles a su hijo de sexto año de primaria, que estamos seguros que sabrá enseñarles muy bien cuándo y dónde se acentúan las palabras.