Por Hugo Luna
Luego de conocer la determinación del Consejo Técnico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el sentido que los trabajadores que aún no se han jubilado y que han venido cotizando conforme a las leyes de 1973 y 1997 no tendrán reducción en sus pensiones.
Tal medida, entre líneas es una solución “pasajera” para el instituto y sus derechohabientes. Esta lejos de de ser una respuesta integral a los problemas estructurales del IMSS.
Ante tal escenario, urge ¿Qué hacer con el IMSS? Hay que destacar que es la única institución de seguridad social que atiende a más de 50 millones de personas.
Los tres actores que manejan al IMSS, Gobierno federal, representantes del sector patronal y de los sindicatos de los trabajadores poco han hecho.
El IMSS ha llegado a extremos de grave ineficiencia, de pesada carga económica para los patrones, y cada vez atiende menos y peor los problemas de salud de sus derechohabientes.
También representa un porcentaje de empleados administrativos en relación al personal médico. Un dato, en el programa IMSS Oportunidades (2009) cita el portal en internet 5 mil 112 médicos y 4 mil 635 administrativos.
El nivel de atención básico es un desmadre, el tercer nivel de especialidades es bueno, pero llegar a él es como jugar “serpientes y escaleras”
Sin duda alguna, el IMSS es un paraíso laboral por las jugosas pensiones de sus empleados, desproporcionadas de toda realidad económica. No olvidemos que estas percepciones toman el 24.5 porciento de las aportaciones obrero-patronales.
Que decir de su área de cobranza; si como cobra el IMSS, sería la mejor institución de salud en el planeta.
Algo habrá que hacer al respecto. Por ejemplo, un nuevo instituto de seguridad social que compita contra el IMSS, que inicie operaciones con contratos adecuados al mercado laboral para sus nuevos empleados, equitativo respecto a los empleados del sector privado.
Considerar la actual expectativa de vida en las pensiones y jubilaciones. Arrancar de manera desconcentrada, evitando la excesiva burocracia con la incorporación de la sistematización de procesos.
También podría aplicar esquemas de subrogación en atención básica, concentrándose al segundo y tercer nivel de especialidades.
Alguien debe tomar al toro por los cuernos, para tomar decisiones fuertes a mayúsculos problemas y soluciones firmes.