No sería bueno que el secretario general del Ayuntamiento de Guadalajara, Tomás Vázquez Vigil, nos traduzca en palabras llanas y sencillas este galimatías emitido ayer en un comunicado de prensa y que a la letra dice:
“En cumplimiento de su mandato legal y reiterando el compromiso asumido a partir del primero de octubre pasado, el Ayuntamiento de Guadalajara informa que el día de hoy se concretó el proceso de revisión y actualización de funciones y responsabilidades dentro de la Secretaria General. Como resultado de un cuidadoso proceso de revisión, en el que participaron diversas instancias entre las que destacan la Dirección de Recursos Humanos, la Secretaría de la Contraloría y las propias unidades internas de la Secretaría General, se procedió a la renovación parcial del cuerpo de inspectores municipales, determinándose la separación definitiva de 105 empleados.
“El Ayuntamiento informa que este proceso ha estado plenamente apegado a derecho, respetándose en todo momento las prerrogativas de las personas afectadas.
“Los cambios introducidos obedecen estrictamente a la necesaria aplicación de ajustes y mejoras al funcionamiento regular de los procesos de inspección y vigilancia. De no haberse aplicado estas acciones, se hubiera hecho imposible atender la justa demanda ciudadana por un desempeño más transparente, legal y eficiente por parte de todos los empleados municipales y en especial los inspectores.
“El Ayuntamiento reitera su indeclinable compromiso con la legalidad y con el respeto de los derechos laborales de todos sus empleados y ex empleados”.
Este texto nos remite al más viejo y rancio lenguaje priista donde se habla mucho, se dice poco y se entiende nada.
Por supuesto que descartamos que este texto sea obra de la oficina de Comunicación Social del Ayuntamiento. No descartamos que el mismo haya sido dictado, con puntos y comas, desde una de las oficinas encabezada por un viejo priista. Sin duda.
Pero el meollo del texto está en que el mismo nunca informa claramente las razones exactas por las que fueron destituidos o despedidos ¡105 inspectores! No, no fue uno, ni dos ni tres inspectores, fue la cuarta parte de la plantilla de inspectores que tiene el Ayuntamiento, pero la información respecto a su despido no tuvo ni siquiera la gracia del lenguaje cantinflezco para calificarlo como tal.
¿Cuántos de estos 105 inspectores fueron despedidos fulminantemente por razones de corrupción? ¿Por qué no lo dice claramente el secretario general Vázquez Vigil a quien parece le da pánico dar la cara ante los medios de comunicación?
Ojalá y el alcalde Ramiro Hernández García demuestre estar divorciado con este rancio lenguaje priista que ya no cabe en pleno siglo XXI, en tanto el secretario general Vázquez Vigil ojalá y nos explique qué carajos quiere decir con eso de que “el día de hoy se concretó el proceso de revisión y actualización de funciones y responsabilidades dentro de la Secretaría General”… ¡seis meses después de asumir el cargo!
¡Ah! Y sería bueno que también le recuerden al Secretario general cuáles son sus funciones y responsabilidades, porque hasta ahora quien ha dado la cara en temas que son de su competencia son precisamente el Presidente Municipal.
¿O también habrá que determinar su separación definitiva?