En pocas semanas el gobernador Enrique Alfaro Ramírez comenzará a vivir las consecuencias de su decisión no sólo de no involucrarse en el proceso electoral como operador desde Casa Jalisco -como era habitual que lo hicieran los gobernadores en turno-, sino de retirarse definitivamente de la política. Quizás aún continúe girando instrucciones respecto a la estrategia a seguir por quienes de su grupo político buscarán un cargo de elección popular o a quienes recurran a él no sólo en busca de un consejo sino de una instrucción.
Comenzará a quedarse solo conforme se acerque la fecha y el arranque mismo de las campañas -y entonces experimentará la traición de muchos que le dijeron ser “fieles” en carne propia-, y seguro no se le hará extraño que quien busca ser su sucesor, Jesús Pablo Lemus Navarro, “pinte su raya” y rompa definitivamente con él para ir marcando su propio sello. Esto es natural y en muchas ocasiones necesario, pero esto era un anuncio cantado desde que el hoy candidato le juraba “amor eterno” al Mandatario estatal.
Pero mientras esa etapa llega, Alfaro Ramírez realizará un reacomodo de su gabinete no sólo obligado porque varios de sus colaboradores serán candidatos, irán a campaña y, además, están obligados a dejar sus cargos tres meses antes del proceso electoral, sino porque consideró que llegó el momento de hacer ajustes para, como lo ha dicho, cerrar de la mejor manera su administración. Claro, también busca quedarse con aquellos que aún le son leales y que no descuidarán sus obligaciones y responsabilidades por querer quedar bien con el candidato desde la nómina.
De entrada, luego de la salida de Alberto Esquer Gutiérrez de la Secretaría de Asistencia Social para ser candidato al Senado de la República, la siguiente renuncia de importancia será la de Hugo Luna Vázquez como Jefe de Gabinete. ¿Quién lo sustituirá? Se asegura que a ese espacio llegará el actual titular de la Coordinación General Estratégica de Crecimiento y Desarrollo Económico, Xavier Orendáin de Obeso, ex presidente de la CANACO.
En los corrillos de Palacio de Gobierno se escucha que la titular de la Coordinación General Estratégica de Desarrollo Social, Anna Bárbara Casillas busca dejar el cargo -se ignora o no se tiene confirmado si el gobernador prescindirá de sus servicios aún-, porque le urge irse a formar parte de la planilla de Verónica Delgadillo, candidata a la presidencia municipal de Guadalajara, como su candidata a la Sindicatura. Este relevo está “en veremos”.
Otros dos nombres de funcionarios que se escucha decir en los corrillos de Palacio de Gobierno que podrían salir del gabinete sin que hasta ahora se conozca que tengan en puerta candidatura alguna o que se sumarían a la campaña de algún candidato, son los de Marco Valerio Pérez Gollaz, de la Secretaría del Trabajo, y Esteban Estrada, de la dirección general de la Agencia Estatal de Entretenimiento.
Se sabe que en estos cambios que el gobernador tiene en la mira realizar, les extendió invitación para sumarse a su equipo de colaboradores al diputado Salvador Caro, y a la magistrada Fany Jiménez. Al primero, no le especificó el espacio, o al menos no trascendió, mientras que a la ex presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa se asegura le ofreció la Procuraduría Social. Ambos declinaron la invitación.
Hasta el momento no hay fecha establecida para la ejecución de estos cambios en el gabinete alfarista, pero no pasará mucho tiempo para confirmar si lo que hoy se escucha en “los sótanos del poder” es verdad o no. También será cuestión de tiempo para confirmar qué tan debilitado o fortalecido queda el gabinete con el que Enrique Alfaro cerrará su sexenio.