Veintidós días después de haber renunciado a su candidatura para buscar la reelección como presidente municipal de Guadalajara, Ismael del Toro Castro reapareció ayer a través de un video en redes sociales para anunciar que postergará su regreso al frente del Ayuntamiento de Guadalajara y no lo hará después del próximo 15 de abril como lo anunció aquella ocasión.
Entendiendo que “después del 15 de abril” sería dentro de la segunda quincena de este mes, lo que ahora anunció es que no será así. Y seguramente ya no lo será por lo que resta de su administración, de aquí al día último de octubre que es cuando concluye su trienio.
En el video difundido ayer por la tarde, Del Toro Castro, luego de agradecer las manifestaciones de apoyo por la salud de su pequeña hija Andrea, dijo:
“Es un proceso que se va a prolongar (la atención médica de su hija), y quisiera informar que esta atención de la salud de Andrea me va a obligar a postergar un poco más tiempo mi regreso al frente del gobierno de Guadalajara. Yo había explicado que pasando la primera quincena de abril podría estar de regreso; va a tener que ser algunas semanas más adelante. Pero sí está, después de la prioridad de mi familia (…), el que regrese a cerrar la administración de la cual me dieron la confianza los tapatíos…”.
¿A qué regresa Ismael del Toro después de no ser candidato para buscar reelegirse? es la pregunta que se hacen propios y extraños.
La verdad es que esta postergación que Del Toro calcula públicamente será de semanas, se prolongará a meses hasta que llegue octubre y nunca se habrá concretado. ¿O creen que Ismael regresará a despachar en mayo, el mes antes de la jornada electoral, cuando lo que haga o deje de hacer no será atendido por nadie porque la atención estará puesta todavía en las campañas? ¿Su regreso a Palacio Municipal, podría tener incidencia en el resultado electoral? ¿Sería para bien o para mal de Movimiento Ciudadano y de su candidato Jesús Pablo Lemus? O aún más: ¿A quién le importará quién esté al frente del Ayuntamiento, lo que haga o diga?
No me hace sentido ver a un Del Toro gobernando sin reflectores y a un Lemus en campaña atrayendo la atención pública de propios y extraños. Estoy seguro que no es el escenario en el que se quisiera ver Ismael, y es un motivo más para no regresar, por mucho que en el video de ayer le haya agradecido a aquel haber entrado al “quite” ante “la premura” de la cancelación de su candidatura y que eso, dijo él, “me dejó muy tranquilo”.
¿Esperamos que Ismael del Toro regrese al Ayuntamiento después del día de las elecciones, cuando ya se sabrá quién será el próximo presidente municipal, llámese como se llame y sea del partido que sea? Para entonces la única frase que se escuchará es: ¡Muerto el Rey, viva el Rey…! Tampoco creo que sea del gusto de Ismael ese escenario, y por eso considero que no regresará.
Además de lo lamentable que fue que Del Toro Castro haya renunciado a su candidatura por motivo de salud de su pequeña hija, hubo factores políticos que influyeron también en esa decisión. Eso es indudable e indiscutible. ¿Acaso esos factores políticos que también determinaron su declinación, habrán desaparecido o se habrán modificado como para motivarlo a regresar a gobernar Guadalajara en los últimos meses, cuando el gobernante en turno prácticamente desaparece del escenario público y se apodera de él quien habrá de sucederlo? No, ese escenario tampoco creo que sea el que busque enfrentar el alcalde con licencia.
Sin duda que lo mejor que le puede suceder a Ismael del Toro y a su familia es que Andrea su hija haya superado los difíciles momentos de salud que enfrenta y que para entonces ya esté en franca recuperación, pero no advierto el mejor escenario para el regreso al poder de quien era el eslabón elegido para continuar con el proyecto político que nació en 2009 en Tlajomulco por aquel grupo de jóvenes priistas que cuatro años antes rompían sus credenciales de militantes para emprender un nuevo rumbo que los llevó a dónde ellos no se lo imaginaron.
Y si no, al tiempo…