En el carrusel de renovación de dirigencias municipales de Movimiento Ciudadano en la zona metropolitana realizado esta semana que concluye, quien arrasó fue Salvador Zamora Zamora, presidente municipal de Tlajomulco, pues además de que congregó a alrededor de ocho mil simpatizantes y militantes en la toma de posesión de la nueva dirigente Sagrario Guzmán, demostró que trae los “hilos” del emecismo en su municipio.
En el zafarrancho verbal que desató días atrás otra vez el munícipe Jesús Pablo Lemus Navarro en contra de quienes aspiran a la candidatura de MC al gobierno del Estado, Zamora Zamora no tocó ese “balón” ni le entró al “juego”, pero ayer ante Dante Delgado, Manuel Romo, Clemente Castañeda y el propio presidente de Guadalajara, lanzó esta advertencia:
“Nuestros adversarios quieren vernos divididos y enfrentados. Saben que la única forma de vencernos es cayendo en su juego. Ellos están haciendo todo para sembrar la discordia y no podemos permitirlo, porque el enemigo no está en casa. Por eso quiero ser muy claro: yo no caeré en la trampa ni le haré el caldo gordo a nuestros adversarios. Al contrario: una vez más voy a hacer equipo, voy a cerrar filas y voy a estar al servicio del movimiento. Voy a hacer todo para que Tlajomulco siga siendo el corazón de este movimiento. Voy a darlo todo por la ciudad y por Jalisco”.
Su llamado a la unidad fue secundado por el dirigente estatal, Manuel Romo, quien subrayó que “los adversarios están afuera. Aquí dentro, todos somos parte de una misma causa: defender a Jalisco y no permitir que nadie se atreva a destruir lo que hemos avanzado. No le demos a nuestros adversarios el gusto de vernos discrepar en público, siempre apostemos para caminar juntos”.
Aspirante a la candidatura al gobierno del Estado, pero dispuesto a serlo por Guadalajara si el movimiento se lo pide -lo ha declarado él mismo-, Salvador Zamora cumplió con creces al demostrar que tiene el liderazgo político del municipio que gobierna, pues esta concentración no se logró ni en Guadalajara ni en Zapopan a donde también acudió Dante Delgado y toda la primera plana del emecismo jalisciense, incluido el gobernador Enrique Alfaro Ramírez.
El evento de ayer viernes fue un éxito político para Zamora Zamora, porque no sólo evidenció su liderazgo en Tlajomulco sino que refrendó que su municipio sigue siendo la “cuna” del emecismo en Jalisco y que la militancia se siente orgullosa de ello.
Sin duda, pues, que Salvador Zamora podrá disfrutar de este período vacacional con un más que satisfecho: “misión cumplida”.
Y esto apenas comienza… al tiempo.