Más allá de la sospecha de que la frustrada candidatura presidencial de Samuel García Sepúlveda fue impulsada desde Palacio Nacional, desde donde además se operó su regreso a la gubernatura con la separación al cargo de gobernador interino que hizo Luis Orozco Suárez, Movimiento Ciudadano se colocó en una posición y enfrenta una situación que muchos interpretan como una posible alianza con Morena y la 4T, luego de que su dirigente nacional y senador, Dante Delgado Rannauro, declaró ayer que el “bloque de contención” en el Senado “está muerto”, refiriéndose a que MC no votará ya más en bloque con el PAN y el PRI.
“Los agravios siempre tendrán consecuencias”, advirtió Delgado Rannauro, cuando los reporteros le preguntaron las razones de dicho rompimiento.
Por lo tanto, si ya no votará en bloque con la oposición senatorial, ¿significa, entonces, que ahora estará en condiciones de votar a favor de iniciativas morenistas? La senadora Patricia Mercado aseguró que la “muerte” del “bloque de contención” no significaba que darán votos a Morena en automático, como en el caso de la designación de la nueva ministra de la Corte.
¿Qué significado tiene este rompimiento de MC con el PRIAN en el Senado y qué alcances tendrá en la campaña presidencial y en las estatales, como el caso de Jalisco concretamente? ¿Significará, acaso, que la crítica al gobierno federal y a Morena en los estados, con todo y sus candidatos, no será tema en los discursos de los abanderados de Movimiento Ciudadano, como sería el caso de Jesús Pablo Lemus aquí? O, parafraseando a aquel alcalde nayarita, ¿sólo se criticará “poquito”?
Si tras el “samuelazo” y la imposibilidad de que Movimiento Ciudadano pueda tener un candidato con la fuerza necesaria para quitarle votos al Frente Amplio y su candidata Xóchitl Gálvez, ¿Movimiento Ciudadano terminará evidenciando su alianza con la 4T, como se sospechaba que existía al no sumarse al bloque opositor nacional, no postular candidatos a las gubernaturas del Estado de México y Coahuila, y al designar como su candidato al que parecía ser -quizás luego de las torpezas ya no lo sea-, el gobernador de oposición consentido de Palacio Nacional? ¿Ya qué motivos hay para seguirlo ocultando?
Y si fuera así, ¿cómo podría Lemus Navarro y demás candidatos -en Jalisco y en otras entidades- justificar un discurso antilópezobradorista? ¿Cómo criticar a los candidatos morenistas? ¿Cómo “satanizar” el proyecto de la 4T que se pretenda aplicar en Jalisco? ¿Cómo ser oposición del lópezobradorismo sin descomponer los acuerdos que podrían existir entre Palacio Nacional y quien lo designó candidato a la gubernatura?
Quizás en Palacio de Gobierno no exista tanto problema para ajustarse a esa nueva realidad, ante los hechos ya por todos vistos.
Aclaremos que todo lo anterior son proyecciones que podrían concretarse si realmente Dante Delgado hace efectiva su advertencia de que el “bloque de contención” que había en el Senado como oposición ya no existirá más y que podría, incluso, no existir en la Cámara de Diputados.
Pero vamos a esperarnos para ver con hechos qué quiso decir el dirigente nacional de MC y las repercusiones que ello podría tener en Jalisco.
Al tiempo…