Mientras Claudia Delgadillo González, precandidata de la coalición Juntos Haremos Historia en Jalisco, cuenta con el respaldo de la precandidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo, y Laura Haro Ramírez tendrá el respaldo de la figura de Xóchitl Gálvez Ruiz, ambas precandidatas a la gubernatura y a la presidencia de la República, respectivamente, por la coalición Fuerza y Corazón por México, Jesús Pablo Lemus Navarro realizará su precampaña “huérfano”, luego del fracaso que fue su “compadre” Samuel Garcia Sepúlveda, al que se deshacía por “destaparlo”, promoverlo y alentarlo.

El términos electorales, en una elección federal concurrente, se le denomina”campaña sombrilla” a la que hacen juntos el candidato(a) a la presidencia de la República y el candidato(a) a la gubernatura, pues el segundo prácticamente se “cobija” bajo la sombra del primero, aunque no siempre con buenos resultados. Bueno, pues Lemus Navarro no gozará de esta ventaja y seguirá “tragando sapos” en sus recorridos por los municipios del estado, atenido y dependiendo de lo que le ayuden Manuel Romo Parra, como dirigente estatal de Movimiento Ciudadano, y Alberto Esquer Gutiérrez, como precandidato al Senado y quien logró hacer alianzas con diversos grupos a lo largo y ancho de la entidad.

La torpeza con la que Samuel García manejó su relevo en el gobierno del Estado en cuanto al interinato que debía cubrirlo por seis meses, no sólo obligó a Dante Delgado a tener que sostener sus mentiras de que la “vieja política” lo sacó de la contienda presidencial y de que ya ocupan el segundo lugar en esta carrera, sino que colocó a los precandidatos de Jalisco en una posición bastante incómoda y de desventaja, pues bien que mal, directa o indirectamente, apostaban a “colgarse” de la figura no sólo del gobernador de Nuevo León sino de la misma Mariana Rodríguez, quien indudablemente es un “imán” de simpatías, principalmente entre los jóvenes.

Pero hoy esa ilusión se acabó. Ahora cada uno -como dicen en el rancho- tendrá que “rascarse con sus propias uñas”, pues para los aspirantes a las alcaldías y diputaciones locales y federales, ni siquiera la figura de Lemus Navarro les alcanza para “cobijarse” de ella, y menos de la del gobernador Enrique Alfaro que ya les dio la “bendición” y les deseó suerte, porque él no “meterá las manos” (no sabemos si por voluntad propia o por instrucciones de Palacio Nacional).

Deben reconocer que Jesús Pablo Navarro no es suficiente candidato para contrarrestar la fuerza que, al menos durante la precampaña, tendrán Delgadillo con Sheinbaum y Haro con Gálvez, aunque en este caso Laura tendrá que cuidarse de que los errores de Xóchitl no la “salpiquen” y que si continúa cayendo no la arrastre con ella.

Y es que Pablo Lemus sigue siendo un desconocido fuera de la zona metropolitana -y concretamente de Paseo Alcalde- para la mayoría de los jaliscienses, y su precampaña no ha “prendido”. No hay un verdadero diálogo con simpatizantes y militantes de MC. Desde varios lugares que ha visitado los reportes son: Llega, saluda a quienes son la comitiva de recepción; va y visita algún negocio; si es de comida aprovecha y come; luego se reúne con un grupo menor de lugareños con quienes cruza algún diálogo y ya. En esos eventos es de los que comparten fotos cerradas del precandidato saludando, porque no hay una gran concurrencia qué presumir. Las fotos panorámicas son cuando hay un buen número de asistentes -nada sorprendente-, pero luego nos enteramos que no son sólo del lugar que visita sino que provienen de otros municipios aledaños, me imagino que “acarreados”.

Y para presumir que fue a visitar tal o cual municipio, se dedica a hacerla de “guía de turistas” presumiendo los atractivos del lugar… pero sin un alma alrededor.

Ese es el precandidato a la gubernatura del partido en el gobierno, haciendo precampaña prácticamente solo; sin un candidato o candidata presidencial bajo el cual “cobijarse”; con un gobernador que no sólo no lo apoya sino que tampoco asumirá una postura crítica hacia la 4T -o sea Claudia Sheinbaum- y mucho menos contra el Frente Amplio -entiéndase Xóchitl- que, por lo tanto no repercutirá hacia sus adversarias Claudia Delgadillo y Laura Haro.

A eso hay que sumarle las consecuencias que traerá para Lemus y demás candidatos en Jalisco la sospecha -por no decir confirmación- de que la encomienda de Samuel García era hacerle el trabajo “sucio” al inquilino de Palacio Nacional, “golpeando” a la candidata del Frente Amplio y con la encomienda de quitarle votos. No fue gratuito que ayer en la “mañanera” el presidente López Obrador le haya dedicado 45 minutos a defenderlo y que el fin de semana Claudia Sheinbaum haya salido también en su defensa. Y obviamente Dante Delgado no era ajeno a esta “tarea”.

Pablo Lemus tendrá que “refugiarse” en los espectaculares que mandaron colocar sus amigos empresarios donde piden el voto para él y Xóchitl Gálvez, apostándole a que la candidata presidencial le arrime votos a favor.

Este es el “cochinero” que Samuel García dejó en Movimiento Ciudadano, y aquí el trabajo de Manuel Romo al frente del partido es el que puede contrarrestar y amortiguar los efectos negativos que dejó el “samuelazo”.

Y si no, al tiempo…