Tras contenerse para no reprender al reportero Lauro Rodríguez, del periódico NTR Guadalajara, cuando le hizo un cuestionamiento en la pasada rueda de prensa, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, dibujando una sonrisa, confesó: “Vamos a tener una relación positiva con los medios…”.
Previamente, anunció que ofrecería cada semana -presuntamente todos los lunes- una rueda de prensa presencial. No deja de llamar la atención que esta decisión sea noticia y motivo de análisis cuando en muchos otros estados, y aquí en gobiernos anteriores, es la cosa más común en el ejercicio de gobierno y en el del periodismo.
Sin embargo, mientras hay quienes celebran y aplauden no sólo el anuncio de las ruedas de prensa semanales sino su compromiso de “tener una relación positiva con todos los medios”, confieso que soy escéptico a que ambas cosas sean permanentes en tanto esté en el cargo -no descarte una solicitud de licencia allá por 2023-. Creo que llegará el momento en que el encuentro semanal con los reporteros se suspenda definitivamente, y soy un convencido de que será efímero su propósito de tener “una relación positiva” con los medios de comunicación.
Y es que es algo así como la pérdida de su esencia, de su identidad, de su personalidad misma… aunque espero equivocarme (estoy seguro que no será así).
Baste hacer un recorrido parcial de lo que ha sido la historia de su relación con los medios de comunicación, para convencernos de que todo quedará en un buen propósito, aunque se haya hecho el intento de lograrlo. Veamos:
- Siendo candidato a la alcaldía de Guadalajara, publicó un tuit en el que aparece lanzando paquetes de periódicos a un contenedor de basura, con el siguiente texto: “Te invito a llevar el material de #guerrasucia al contenedor colocado por @MovCiudadanoJal en Plaza Universidad”.
- En enero de 2017, ya como presidente municipal de Guadalajara, puso a prueba a los reporteros de la “fuente” de que respetarían un acuerdo de que los miércoles podían preguntarle de “todos los temas”, pero el resto de la semana los cuestionamientos tenían que ser de lo que hacía su gobierno.
- En junio de ese año, en la colonia Lomas del Gallo, ante la inconformidad de los vecinos por las obras mal hechas, estalló: “Yo quiero ver a todos esos que escriben tantas cosas de mí, al periódico Mural, al NTR, a La Crónica, todas esas basuras que escriben tantas cosas todos los días, denigrando, ofendiendo, atacando, ¿qué han hecho aparte de criticar, de atacar, de ofender, de mentir?…”.
- En enero de 2018, acudió al programa de radio Fondo y forma, y dijo a sus conductores: “Traigo una carpetota porque lo que hice fue ponerme a leer una vez más todos los programas que ustedes dieron en dos años (…). Quisiera nada más darles este dato para que entiendan de lo que quiero hablar: Ustedes hicieron menciones sobre un servidor 385 programas, de esas 385 menciones, 342 fueron negativas…”.
- A finales de ese mismo mes -enero de 2019-, cuestionado sobre una nota del diario NTR Guadalajara en el sentido de que era falso que se destinaría más dinero para apoyar a mujeres, respondió: “No voy a entrar en debate con los medios, y menos con esos medios, porque en el fondo de esas posiciones hay otras agendas. Yo lo que le digo a quienes se dedican a desinformar y a decir mentiras flagrantes, como las que mencionas de éste periódico… está bien, pueden decir lo que quieran, yo sé realmente cuál es la intención, cuál es el interés, pero para qué polemizar”.
- En febrero de 2019, cuestionado en rueda de prensa sobre la inconformidad por el programa de verificación vehicular y qué tan cierto era que la convocatoria para los verificentros estaba dirigida para favorecer a un proveedor europeo y que detrás estaba Jorge Kahwagui (propietario del periódico La Crónica), respondió: “¿Serio? No, pues perdón, pero vuelvo a lo mismo. Les acabo de decir: puedo no ser de la simpatía de todos, pero yo no voy a contestar estupideces como esta…”.
- En abril de ese mismo año en una entrevista sobre lo publicado por el periódico NTR Guadalajara respecto a la irregular licitación del programa “A toda máquina”, molesto respondió: “Yo no contesto mentiras, esa va a ser mi posición hoy y todo el sexenio (…). Nada más yo les digo una cosa: durante muchos años he hecho una carrera política y ningún periodiquito va a inventarme una historia de corrupción…”.
- En noviembre de 2019, durante la entrega de patrullas, al hablar sobre los presuntos logros que su gobierno había obtenido en su combate a la inseguridad pública, dijo: “Esa es la realidad que no quieren ver los medios de comunicación, porque ellos prefieren vender periódicos que cuidar la integridad, el futuro, la tranquilidad del estado (…). Pareciera que hay una voluntad, un ánimo de los medios de comunicación, de generar miedo y pánico entre la población (…). Y no le gusta a los medios de comunicación que se les diga, ni el presidente, ni el gobernador ni los alcaldes…”.
En febrero de 2019, la organización Artículo 19 emitió un exhorto a Alfaro Ramírez y sus colaboradores “a cumplir con los estándares nacionales e internacionales en materia de libertad de expresión, debiendo fomentar una pluralidad informativa e incluyente, a través de la adopción de un discurso favorable para el ejercicio periodístico, ante lo cual deben abstenerse de emitir expresiones estigmatizantes, así como descalificaciones que ponen en mayor riesgo a las y los periodistas e inhiben el debate social sobre el ejercicio del poder público…”.
Pero poco efecto tuvo dicho exhorto de Artículo 19, pues en el mes de febrero de 2020 las críticas y molestia del Mandatario estatal en contra de los medios de comunicación arreciaron. Primero, a través de un sorpresivo video en sus redes sociales en contra del decano de los periódicos en el estado, El Informador, que publicó notas cuestionando el trabajo y los resultados en materia de seguridad pública. “Yo no sé si este repentino cambio de posición tiene que ver con la idea de que este año decidimos no meterle ni un peso, porque tenemos otras prioridades, y como venganza o ajuste de cuentas decidieron emprender una guerra de mentiras contra el gobierno (…). Piensan que así me van a chantajear para contratarles publicidad (…); la respuesta es no, la respuesta es: este gobierno no funciona con chantajes”.
Y agregó con mayor énfasis: “Es momento de decirle a los periódicos, a sus dueños, que no pierdan su tiempo; pueden decir todas las mentiras que quieran, en este estado hay libertad de expresión, pero no van a doblar al gobierno (…); este gobierno no acepta chantajes”.
Ese mismo mes, en el programa Plural de Televisa, cuestionado sobre la percepción de inseguridad entre la población, comentó: “Es parte de (…) la estrategia de algunos medios de comunicación. Voy a seguir insistiéndole a los medios (…): no hay que lastimar al estado, se trata de no convertir a los actos criminales en la nota principal de nuestros día a día…”.
Días después, en un evento de la central obrera CROC y con un tono muy a lo López Obrador, volvió a la carga: “Los medios tienen su propia lógica y lo que yo voy a hacer es siempre contestarles, porque lo que no se vale es decir que eso es coartar la libertad de expresión. Ellos tienen derecho a decir lo que consideren, incluso mentiras… yo tengo derecho a contestarles y a ponerlos también, con toda claridad, ante su propia realidad (…). Y lo vuelvo a repetir para que si es pasión, se les borre a los dueños de los medios de comunicación: nosotros no vamos a cambiar dinero por primeras planas; párenle a sus chantajes… ¡todos!”.
En marzo, ante los hoteleros del estado, dijo: “Es momento de que los hoteleros nos ayuden a mandar un mensaje hacia afuera, fuerte, particularmente a los medios de comunicación: a que dejen de hablar mal de nuestra ciudad, a que dejen de seguir vendiendo esa idea de tragedia para vender más periódicos o vender comerciales, a que los medios que quieran seguir atacando a Jalisco y a la ciudad entiendan que no tienen el respaldo ni el respeto de los jaliscienses (…). Pedimos que no se digan mentiras…”.
En julio del año pasado, al salir a atender a manifestantes por desapariciones en Teocaltiche, sin motivo alguno aseguró que “los medios lo que quieren es vender noticias”, y al ser interrumpido por la pregunta inconclusa de un reportero, alzó la voz: “¡No te voy a contestar!…. Yo no estoy aquí para atender a los medios (…). Es un asunto muy delicado como para estar yo trabajando en función de lo que los medios me preguntan. Yo no estoy para los medios, estoy para la gente (…). Porque los medios están aquí para sacarme noticia mañana, para estarme atacando a mí como si fuera asunto mío…”.
Con estos ejemplos, ¿es posible creer que puede existir una “relación positiva” del gobernador con los medios de comunicación en lo que resta de su gobierno? … Yo, tampoco.
Al tiempo…