Hace casi dos años, en una entrevista privada y virtual con estudiantes de la Universidad Panamericana, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez les confesó:

“He visto a muchos gobernadores volverse locos, creyéndose presidenciables y descuidando sus gobiernos y entretenerse en otras cosas y en otras agendas. Yo quiero ser hasta el último día de mi Gobierno, Gobernador de tiempo completo. No tengo interés en volver a ser candidato a nada, logré el propósito que había planteado en mi actividad profesional como político que es ser gobernador de mi Estado, alcalde de la capital de Jalisco, haber gobernado Tlajomulco, haber sido legislador, es decir, me siento muy tranquilo con el camino recorrido”. (Mural 01/12/2020)

Ahora, en el marco de su cuarto informe de gobierno, Alfaro Ramírez le declaró al periódico El Universal: “Tengo claro que el siguiente paso de mi carrera política tiene como única posibilidad ser candidato a la Presidencia; no aspiro a ser senador, a ser diputado, no aspiro a ser embajador…”.

Y a MIlenio Televisión le dijo: “Si estoy en una boleta en 2024 será para Presidente de México, ni senador ni diputado ni nada más (…). La decisión final de ser candidato es una decisión que depende de mi, si yo decido ser candidato es por mi decisión, no por nadie me imponga una agenda, y esa decisión la tomaré por cuestiones fundamentalmente personales.Me gustaría dedicarme a otras cosas, pero te puedo adelantar que voy a estar listo para lo que me toque y que sabré tomar una decisión correcta y comunicarla en su momento a los jaliscienses…”.

Igual que como cuando dijo que no buscaba ser presidente municipal de Guadalajara y lo fue, primero, y luego cuando aseguró que no buscaba ser candidato a la gubernatura, y lo fue, después, hoy el Mandatario estatal vuelve a recurrir al juego de la Chimoltrufia del “como digo una cosa digo otra”, o del “hoy lo afirmo y mañana lo niego”, pues ahí está su testimonio confesado a los jóvenes universitarios, apenas dos años después de haber asumido el cargo, del “no tengo interés en volver a ser candidato a nada”, para pasar ahora, a dos años de concluir su gestión, al “el siguiente paso de mi carrera política tiene como única posibilidad ser candidato a la Presidencia”.

Así ha sido la constante narrativa del gobernador Alfaro Ramírez cuando se trata de hablar de su futuro político, aunque aquí en Marcatextos hemos sido muy puntuales de evidenciar sus verdaderas intenciones y propósitos, pues cuando dijo que no busca ser alcalde, aquí pronosticamos que lo sería; cuando afirmó que no sabía si sería candidato a la alcaldía de Guadalajara o Zapopan, aseguramos que lo sería de Guadalajara; y cuando dijo que no buscaba ser candidato a gobernador, afirmamos que lo sería. Y todo se cumplió.

Hoy ya no podemos asegurar que será candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de la República, porque no sólo el escenario se le ha descompuesto localmente sino porque a nivel nacional tampoco tiene todos los astros formados a su favor. Por el contrario, para como se advierte el futuro, sería más pertinente pronosticar que no sería de los “presidenciables”, por varias razones: está entre los tres gobernadores peor evaluados en el país; mantiene una confrontación con el gobierno federal que tiene su costo y desgaste, y que no se advierte que le sea favorable; su partido tiene una preferencia electoral del 12% en el país, cuando Morena rebasa los 40% y la posible alianza opositora suma alrededor del 30%; cuando en el estado que gobierna no suma el apoyo necesario por su enfrentamiento con diversos e importantes sectores de la sociedad; por los altos índices de inseguridad en Jalisco, donde las desapariciones y los feminicidios son “el pan nuestro de cada día”, etc.

Pero todo puede suceder de aquí al arranque del proceso electoral federal el próximo año, pero lo que sí podríamos pronosticar -independientemente de las confesiones contradictorias o encontradas que haga en el transcurso de los meses-, es que Alfaro Ramírez no concluirá su sexenio como gobernador de Jalisco.

Y si no, al tiempo…