Por José Antonio Elvira de la Torre
En días recientes, la revista británica The Economist publicó el estudio “Democracy Index 2023” en el que analiza el avance, retroceso y desempeño de 167 países del mundo con respecto a la democracia. Y como cada año, analizar sus conclusiones se convierte en un ejercicio obligado, muy interesante y enriquecedor, para quienes se interesan en los asuntos públicos y la democracia en nuestro país. Hoy sólo abordaré el caso mexicano, para comparar las calificaciones obtenidas en la medición 2023 con las del período 2020-2023.
México desde la medición de 2021 dejó de ser considerada una “democracia con fallas”: un país donde existen elecciones libres, legales y las libertades civiles básicas son respetadas, pero que presenta debilidades significativas en otros aspectos de la democracia, como la gobernanza, una cultura política poco desarrollada y bajos niveles de participación política (con una calificación superior a 6 puntos y que sea igual o mayor a 8 puntos) (The Economist Intelligence Unit Limited, 2024: 66).
A partir de ese año y en las tres más recientes mediciones, nuestro país se ubica en la categoría de “régimen híbrido”: existen irregularidades sustanciales que pueden evitar que las elecciones sean libres y legales; es común la presión del Gobierno sobre partidos y candidatos de oposición; debilidades serias en cultura política, funcionamiento del gobierno y participación política; vigencia de la ley es débil y la corrupción extendida; la sociedad civil puede ser débil y existe acoso y presión a periodistas; y el Poder Judicial no es autónomo (con calificaciones mayores a 4 y que sean iguales o menores a 6) (The Economist Intelligence Unit Limited, 2024: 66).
Cuadro 1. Tipo de régimen en México, por la calificación del Democracy Index, 2020-2023
Las calificaciones obtenidas han descendido sistemáticamente desde 2014, hilvanando 10 mediciones/años con evaluaciones decrecientes. Alcanzamos en 2023 los bajos registros: 5.14 de 10 pts posibles, y el lugar 90 entre 167 países considerados. El mayor decrecimiento en puntos que se ha observado fue del 2021 al 2022, donde se pasó de 5.57 a 5.25 (– 0.52 pts.) y en el ranking, de 2020 a 2021, perdimos 14 lugares y la categoría de “democracia con fallas”.
Tabla 1. Calificación global de México en el Democracy Index, 2020-2023
Tabla 2. Ubicación de México en el ranking mundial de países observados por el Democracy Index, 2020-2023
De manera más específica, la evaluación en las cinco categorías del estudio nos muestra un desempeño decreciente en el período 2020-2023 en cada una de ellas: las más preocupantes son cultura política en las dos más recientes mediciones, con la peor calificación nunca antes registrada (1.88, para una pérdida de -1.27 pts); y funcionamiento de gobierno, en la medición más baja de 4.64 (pérdida de -1.07 pts de 2020 al 23). Las libertades civiles se encuentran en su peor registro y estancadas los últimos tres años (5.59). Participación política se sitúa en 6.67 (pérdida de -1.11 pts en el mismo período). La mejor calificada actualmente, proceso electoral y pluralismo con 6.92 (aún con descenso de -0.91)
Tabla 3. Calificación de México por categorías del Democracy Index, 2020-2023
No hay fórmulas mágicas, pero estamos a tiempo de revertir algunas de las condiciones que están generando esta situación (violencia, el crimen organizado, confrontación política e incapacidad para dialogar y cooperar en los asuntos públicos más importantes). Un buen esquema institucional no es suficiente si no se cuenta con la responsabilidad, el diálogo y la cooperación de las organizaciones y los actores gubernamentales y públicos. Hay que ser parte de la solución.