El 29 de agosto del año pasado, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez dijo de Dante Delgado: “Lamento mucho lo que está pasando con Dante, porque de verdad es un hombre al que yo le tengo aprecio (…). Lo veo fuera de control y declarando cosas de manera muy desesperada. Ojalá recapacite, ojalá reconsidere, por el bien de él, sobre todo. Es un hombre que por su trayectoria y su historia no merece acabando, haciendo esos papeles…”.

Y agregó: “Los que están ahí dando opiniones y subiendo tuits y haciendo tik toks, pues son los que están nublando la visión de un dirigente que yo esperaría tomara otra actitud (…). No tengo nada qué disputarle a Dante, que él haga lo que considere…”.

Una semana antes, en medio de su desencuentro con el dirigente nacional “naranja”, hizo una declaración a la que hoy los hechos le dan la razón: “Yo creo que Movimiento Ciudadano corre el riesgo de aislarse, de mandar un mensaje equivocado y de tomar decisiones basadas en información poco creíble. Lo único que está generando es que este proyecto nacional de Movimiento Ciudadano no tenga un rumbo claro, que no tenga propósitos compartidos (…). Respeto mucho a Dante (…), pero las decisiones que están tomando no van a tener mi acompañamiento. Yo no voy a ser parte de lo que viene para Movimiento Ciudadano”.

Le podremos criticar mucho -y hay mucho qué criticarle- a Enrique Alfaro, pero hay que reconocer que “olfato” político sí tiene. Y lo que hoy enfrenta Dante Delgado y la vergonzosa situación en que tiene sumido a su partido Movimiento Ciudadano, le dan la razón al gobernador jalisciense.

Y es que Dante Delgado fue “cegado” por “el canto de las sirenas” al llevar a su partido al ya de por sí cuestionado marketing político al nivel de la frivolidad y lo que haya más allá de eso. No sólo en la propaganda a la que él mismo se prestó y de la cual fue motivo de burla en las redes sociales, sino hasta en la postulación de candidatos del nivel del actor Roberto Palazuelos, por ejemplo, o de la alcaldesa Sandra Cuevas, ex priista, ex panista, ex perredista y ahora emecista, con quien se enfrentó públicamente el año pasado en medio de las elecciones en el Estado de México, nada menos que… ¡Jorge Álvarez Máynez! Sí, el candidato de MC a la presidencia de la República.

La inconformidad al interior de Movimiento Ciudadano por las decisiones de Dante Delgado y por su permisividad (RAE: Tolerancia en exceso) ante la burda actuación de Samuel García y Álvarez Máynez y el no ponerles un alto, era cada vez más evidente. La primera señal pública fue la renuncia de Patricia Mercado como coordinadora de campaña y vocera del candidato presidencial. La noticia encendió las luces amarillas en el equipo “naranja”.

Pero tenía que llegar el momento en que “explotara” y sucedió anteayer a través de nueve de los 12 senadores que coordina Clemente Castañeda Hoeflich, quien se hizo a un lado de esa “rebelión” a la que sí se sumó Ruth López, la senadora suplente de Verónica Delgadillo, y que seguramente lo hizo con la anuencia del jefe político del grupo.

Los senadores Noé Castañón, Marco Antonio Gama, Alejandra León, Ruth López, Patricia Mercado, Gloria Núñez, Luis David Ortiz, José Luis Pech y Juan Zepeda, manifestaron su inconformidad con las decisiones de Dante Delgado, con el no haber tomado en cuenta a varios de ellos para buscar su reelección en el Senado y con las candidaturas de algunos “impresentables” que había definido el partido. De acuerdo a lo publicado ayer en el periódico Excelsior, los senadores inconformes decidieron separarse de la “directriz oficial”, aunque hubo quien propuso, incluso, la separación del grupo parlamentario.

Alrededor de las dos de la tarde, Clemente Castañeda subió a sus redes sociales una fotografía -que acompaña a este texto-, en la que además de él aparece la ex priista Claudia Ruiz Massieu y cinco de los nueve senadores rebeldes- Mercado, Gama, López, Núñez y Pech-, dibujando una forzada sonrisa, acompañados de un muy serio Dante Delgado, con el rostro desencajado. La imagen transmite por sí misma el tenso ambiente que reinaba en ese momento.

Con la fotografía, Castañeda incluyó el siguiente texto: “Aquí estamos las y los senadores de @MovCiudadanoMx listos para seguir impulsando las causas de México. Somos una gran familia y vamos a seguir trabajando en equipo por un futuro mejor para las y los mexicanos”.

Difícil creer el dicho de Clemente: “Somos una gran familia”, cuando están ausentes cuatro senadores rebeldes: Castañón, León, Ortiz y Zepeda; cuando la imagen dice todo, menos que sean “una gran familia”; cuando ningún otro de los 11 senadores restantes subieron a sus redes texto alguno o replicaron el de su coordinador; cuando Patricia Mercado declaró después por qué estaban inconformes con su dirigente nacional; cuando se advierte que la fractura al interior de la fracción tiene más posibilidades de abrirse que de cerrarse.

El dirigente nacional de MC ahora deberá de actuar en consecuencia o quizás estaremos atestiguando el principio del fin de un partido que termino convertido en el hazmerreir de la política en México; el ocaso de un viejo político que creyó que podía reinventarse a través del marketing político, las redes sociales o virtualmente, entregándose al juego de un grupo de muchachos novatos que creyeron que “la nueva” política se podía hacer desde una carpa.

Pero lo dije y lo reitero: “Dante Delgado cosecha lo que sembró…”.