Todo parece indicar que uno de los sellos, entre varios más, que caracterizarán a la administración del gobernador Enrique Alfaro Ramírez es la manera en que su gobierno hace las compras o adquisiciones con los recursos públicos: adjudicaciones directas, o sea sin licitarlas, sin que haya competencia entre varias empresas, con un proveedor previamente designado; a diversas empresas con razón social diferente, pero que curiosamente tiene los mismos socios o hay relación entre los de una y los de otra empresas, que comparten los mismos apoderados legales e, incluso, que se ubican en la misma dirección.
El primer gran ejemplo de ello -con el que se inauguró su gobierno y que ahora confirmamos fue una simple muestra de lo que será la constante durante los seis años-, nos lo dio con la tramposa licitación para la compra de maquinaria para el famoso programa de #ATodaMaquina, donde las empresas competidoras compartían apoderados legales, el mismo domicilio y los propietarios de una y otra empresa son compadres.
Aquí en Marcatextos también está registrada esta “negra” historia con que se estrenó el primer gobierno “naranja” en Jalisco.
Ahora para no variarle, además de lo revelado ayer en torno a la adjudicación directa que se le asignó a la empresa Intermet, SA de CV, nos encontramos con que aprovechándose de la pandemia del Covid-19, el gobierno alfarista nos recetó la segunda versión de #ATodaMaquina, ahora en materia de salud.
En su portal en internet, la revista Proceso publicó ayer las revelaciones que hizo el contralor ciudadano Jorge Carlos Ruiz, con información proporcionada por el propio Gobierno del Estado en su sitio de transparencia sobre los gastos realizados en torno a la emergencia sanitaria por el cononavirus. Y en ella destaca la compra que se le hizo a tres empresas con distinta razón social, pero que comparten socios, apoderados legales y dos de ellas hasta el mismo domicilio.
Estas empresas son: ESK Medical, S.de R.L. de C.V. ; Marlex HC, S. de R.L. de C.V.; y Material Hospitalario de Occidente, S. de R.L. de C.V.
Y el desglose es el siguiente:
- ESK Medical.– Las accionistas son Laura Adriana y Karla Andrea Escamilla Sánchez. El Gobierno dle Estado les asignó dos compras por casi medio millón de pesos: La primera, de 3 mil gafas de seguridad por 365 mil 400 persos, y la segunda de termómetros digitales y de toma de temperatura por contacto, por el monto restante.
- Marlex HC.– Los accionistas son: Gabriel Escamilla Zenteno y Karla Escamilla Sánchez (de ESK Medical). A esta empresa el gobierno estatal le adjudicó tres compras: Una, de 350 mil cubrebocas por un monto de 3 millones 45 mil pesos; la segunda, de 28 mil 200 litros de gel antibacterial y 65 mil 830 litros de jabón antibacterial, por 3 millones 899 mil 137 pesos; y la tercera también de gel antibacterial (sin especificar la cantidad) por otros 3 millones 828 mil pesos.
- Material Hospitalario de Occidente.- Los accionistas son: Irma Angélica Escamilla Sánchez y Omar Antonio Zambrano Naranjo. En esta empresa los apoderados son: Gabriel Escamilla (de Marlex HC) y Laura Adriana Escamilla Sánchez (de ESK Medical), quienes aparecen también como administrador general y gerente “especial”, respectivamente. A esta empresa le adjudicaron la compra de 10 mil trajes Tyvek por un monto de 2 millones 737 mil 600 pesos.
¿Por qué si la pandemia ha generado tal crisis económica entre el empresariado jalisciense, el gobierno del Estado no diversifica las compras del material necesario para que el beneficio llegue al mayor número de empresas que hoy enfrentan un futuro incierto como lo han dicho sus propios dirigentes? ¿Por qué las propias cúpulas empresariales no reclaman o solicitan al gobierno alfarista que extienda la adquisición de lo que se necesita para hacer frente a este virus a más empresas, a fin de que sean aún más las beneficiadas?
¿O hay “gato encerrado” en la forma en que hace sus compras? Porque entonces en Jalisco no habría mucha diferencia con lo que hace en este sentido también el gobierno lópezobradorista, como sucedió con el hijo de Manuel Bartlett Díaz. O sea, la consigna sería: beneficio a mis consentidos y pago a sobreprecio.
Pero, bueno, lo que nos queda claro es que al igual que los anteriores gobiernos priistas y panistas, el actual gobierno alfarista tiene su propio sello para favorecer a sus empresas consentidas y para beneficiar a sus amigos empresarios o a un grupo selecto de ellos, mientras a las demás las deja a su suerte y, como dicen las abuelas, a que “se rasquen con sus propias uñas”.
Por eso reitero: como a Andrés Manuel López Obrador, al gobierno de Enrique Alfaro la pandemia también… “le cayó como anillo al dedo”.
Y si no, al tiempo…