24 diciembre, 2012
Aunque el proceso de reafiliación que realizó el PAN tenía como propósito lograr que la gente voluntariamente acudiera a refrendar su militancia y que se quedaran sólo quienes están interesados y no quienes son “acarreados”, el Senador José María Martínez Martínez prácticamente la hizo de “coyote” y aprovechó para meter, de un golpe, alrededor de 650 afiliados que no tuvieron que comparecer para refrendar su deseo de seguir en ese partido.
Claro que no fue una trampa la que hizo Chema Martínez, sino que aprovechó un momento de debilidad del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, Gustavo Madero, que hace unas semanas sintió que la reafiliación a su partido estaba a punto de convertirse en un fracaso y prefirió facilitar las cosas a los afiliadores masivos.
Desde el inicio del proceso de reafiliación se señalaba que los militantes, activos o adherentes, deberían acudir personalmente a realizar este trámite a los comités municipales o a los estatales para refrendar su militancia, luego de entre 3 y 4 semanas, su proceso de reafiliación quedaría aprobado.
Fue concebido como un mecanismo para asegurarse de que la gente ratificara su deseo de pertenecer a ese partido y se preveía que, luego de la derrota electoral de este año, la cantidad de militantes disminuyera notablemente, pero la cantidad de gente que acudió a realizar este trámite fue muy poca pues era necesario dedicar tiempo y este proceso.
Por ello el 29 de noviembre, a dos semanas de que se venciera el plazo fijado originalmente, el CEN del PAN modificó las reglas y permitió que cualquier consejero estatal o nacional pudiera “recibir y gestionar el trámite de refrendo”. Es decir, algo así como lo que hacen los coyotes afuera de la Secretaría de Vialidad.
De acuerdo con integrantes de la dirigencia panista, poco antes de que venciera el plazo, el Consejero y Senador del PAN, José María Martínez Martínez llegó con alrededor de 650 solicitudes de refrendo, sin que tuvieran que ir los supuestos interesados para seguir en el partido dentro de alguno de los 125 comités municipales.
El número pareciera alto si se considera que tan sólo en Guadalajara había 10 mil activos y se calcula que sólo 3 mil 200 acudieron a refrendar su militancia.
Es la ventaja de tener aún un pequeño coto donde se pueden dar trabajos y de haber generado incondicionales en el Congreso, algunos de los cuales fueron los basificados de la anterior legislatura que ahora están complicándole las cosas a los actuales legisladores.
Falta su refrendo
Al ex gobernador Alberto Cárdenas Jiménez no le han aprobado su refrendo, aunque es un proceso que no concluye en automático, por lo que en las próximas semanas podría aparecer como “aprobado” el refrendo a su militancia que está registrada en Zapotlán el Grande.
A pesar de estar en España desde mediados de año, el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña sí aparece en el padrón de militantes de Zapopan como refrendado. Lo mismo el mandatario Emilio González Márquez, que tiene su registro en Guadalajara.