Por Hugo Luna

La depuración de los padrones de beneficiarios del Programa de Apoyos Directos al Campo (Procampo) e Ingreso Objetivo, anunciada por el delegado de la Sagarpa en Jalisco, Trinidad Muñoz Pérez, misma que iniciará en febrero de 2010. Tendrá poco impacto en el futuro del campo.

El esquema de repartición de subsidios a través del citado programa multiplicará la pobreza en buena parte de las zonas rurales y eventualmente hará crecer la dependencia alimentaria del país.

Procampo distribuyó en Jalisco apoyos por más de 55 millones de pesos, entre más de nueve mil productores.

A la fecha, el país tiene un amplio sector rural, pero está lejos de generar ingresos equiparables a los niveles del pasado. Es decir el sector agroalimentario era una fuente de ingresos de las familias pobres en zonas rurales, pero hoy el sustento lo encuentran en actividades ajenas a la actividad agrícola.

Lamentablemente los campesinos no puedan subsistir con los ingresos que obtengan de un predio de una a tres hectáreas, y sin mayor tecnología.

La depuración, es posible que provoque estragos entre los productores rurales “jodidos”, antes que en los grandes productores, políticos, funcionarios, gobernantes e, incluso, capos del narcotráfico.

Con un escenario como este, el país tendrá pocas alternativas. La dependencia alimentaria que tenemos se ubica en 45%, lo que implica un gasto anual de 20 mil millones de dólares para la adquisición de alimentos en mercados extranjeros.

De continuar la actual política agroalimentaria, en los próximos años tendremos que gastar al menos 60 mil millones de dólares.

Los subsidios de Procampo, son los que han provocado tal desigualdad.

No tiene mucho sentido económico, ni de justicia distributiva porque no contribuyen a disminuir la desigualdad en el campo, sino a incrementarla

Las desigualdades en el ámbito rural nacional se van a profundizar. Por un lado vamos a tener a un sector agroindustrial competitivo en relación con Estados Unidos, y que “agandallará” una gran cantidad de subsidios regresivos, y por otro lado tendremos a un sector de pequeños productores sin viabilidad y mucha vulnerabilidad, lo que impactaría directamente en nuestra economía.