¿Será la derecha en México la que logre descarrilar el proyecto de la Cuarta Transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador?
Pero, ¿cuál derecha? ¿La de los empresarios que no se han sometido al Ejecutivo, encabezados por el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos? ¿La aglutinada en el Frente Nacional AntiAMLO (FRENA), hoy apostada en la plancha de el Zócalo, que exige la renuncia de López Obrador? ¿La derecha de un desorientado Partido Acción Nacional esperanzado a resucitar ante la reaparición de su ex candidato presidencial Ricardo Anaya? ¿O la derecha que encabeza el matrimonio Zavala-Calderón y que está en la línea de espera para entrar al escenario político nacional, confiada en que el Tribunal Electoral le otorgará el registro como partido político?
¿Llegaremos a ver, en un futuro mediato, a toda esta derecha unida en un frente común contra López Obrador y su 4T o se apagarán algunas de estas voces que hoy se escuchan a lo largo y ancho del país, al paso del tiempo?
Y es que, por ejemplo, conforme se acerca el momento de hacer entrega de la presidencia de la Coparmex, Gustavo de Hoyos ha bajado el tono de sus declaraciones contra el gobierno lópezobradorista y el propio presidente. ¿Quién lo releve — ¿José Medina Mora?-, continuará su línea abiertamente en contra de la 4T?
¿Aguantará el paso del tiempo FRENA o ante el desgaste se irá desgranando hasta desaparecer al no lograr su objetivo: la renuncia de López Obrador? Para algunos analistas, esta agrupación se precipitó al pasar de las manifestaciones domingueras a bordo de sus automóviles al “plantón” en la avenida Reforma, primero, y en el Zócalo posteriormente. Su petición no se advierte como algo alcanzable.
Quedarían, entonces, dos partidos de oposición si México Libre logra su registro, que junto con el PAN disputaría capitalizar la irritación, el enojo y hasta la decepción de quienes hoy están inconformes con el gobierno morenista de López Obrador. Pero para eso, tendrá que poner toda su inteligencia para enfrentar y contrarrestar los ataques y golpes, provenientes incluso de Palacio Nacional, en contra del ex presidente de la República y Margarita Zavala. No es tarea fácil, pero de ese tamaño es su reto para lograr ser el receptor de toda este malestar nacional… si logran el tan esperado registro que ya el INE les negó.
El PAN, por su parte, tendría que “reinventarse” y buscar en la figura de Ricardo Anaya -si es que no decide andar su propio camino- la catapulta para colocarse nuevamente en el ánimo de los antilópezobradoristas y sumar su apoyo y eventuales votos en los comicios del 2021, primero, y 2024, después.
Pero aquí habrá que estar atentos para registrar si la reaparición de Anaya le quita o no reflectores a gobernadores panistas que se sabe tienen la aspiración de ser el candidato presidencial de su partido, como el chihuahuense Javier Corral o algún otro que considera que tiene los merecimientos para ser el abanderado panista. Y entonces eso puede generar una división interna que mantenga al PAN como hasta ahora: sin fuerza alguna como oposición.
Esta es la derecha hoy fragmentada en México, pero que aún tiene tiempo de unir fuerzas para hacer un solo frente en contra de López Obrador y la 4T. Si estos protagonistas de la derecha caen en el error histórico de la izquierda mexicana -dividida para siempre-, entonces posiblemente tendremos a un Presidente de la República dispuesto a todo con tal de perpetuarse en el poder, con él o sin él en el frente.
Por eso pregunto: ¿Logrará la derecha en México frenar a la 4T?
Al tiempo…