Por Hugo Luna
Los fondos de retiro son una tentación para el gobierno federal. Suman más de un billón de pesos hasta ahora, más que las reservas del Banco de México.
Las inversiones en infraestructura son detonadores del empleo, pero la crisis dejó al gobierno sin dinero.
¿Dónde conseguirlo? Pues en los fondos de retiro.
Invertirlos en infraestructura, según el Secretario de Hacienda (después de predecir el catarrito, que al final fue pulmonía), no significa ningún riesgo, pues con los ingresos generados por las obras se generarán utilidades superiores a las de los Cetes y ganarán más los fondos de retiro de los trabajadores.
En Estados Unidos existen los bonos municipales. Son para obras concretas y los garantizan los gobiernos municipales o estatales que realizan las obras.
Aquí, dicen, los fondos de retiro se prestarían a las empresas que hagan las obras de infraestructura, a través de la Bolsa de Valores.
¿Quién garantiza que las empresas no perderán el dinero de las pensiones?
¿Cómo las vigilarán para que eso no ocurra?
¿Cómo evitarán la especulación con los bonos para infraestructura?
Demasiadas preguntas, Demasiadas dudas.
Más vale que las respondan los legisladores, antes de aprobar el proyecto.
Jugar con el dinero de las pensiones, es un gran riesgo. Perderlo sería algo así como quemar las naves.
