David Gómez Álvarez ha sido un hombre polémico desde que apareció en la escena pública a partir de que contendió por la presidencia del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, a donde llegó como cuota del Partido Acción Nacional impulsado por su entonces dirigente Eduardo Rosales Castellanos, de quien era socio empresarial.
Esa relación de Gómez Álvarez con panistas, y particularmente con Rosales Castellanos, la pagó con no ser reelecto al frente del IEPC, por lo que buscó entonces convertirse en consejero en el Instituto Federal Electoral, aspiración frustrada nada menos por la falta de apoyo de la bancada en San Lázaro… del PAN.
Queda para la historia la fotogafía de un diario de circulación nacional donde se observa a diputados jaliscienses como Francisco Ramírez Acuña -hoy embajador de México en España- y al ahora legislador local Alberto Esquer, festejar el voto mayoritariamente en contra de los tres candidatos al IFE, entre ellos el propio Gómez Álvarez.
El activismo público de David Gómez Álvarez se centró en abordar diversos temas bajo la figura de “ciudadano”, lo que le permitió mantenerse vigente en los medios de comunicación.
David Gómez encontró entonces “refugio” en un nuevo organismo – “Jalisco Cómo Vamos”- que le permitió tener un escaparate a través del cual hacer oir su voz y verla replicar a través de una estrategia de comunicación que con éxito implementan los itesianos.
Eso le permitió -al menos públicamente-, ser tomado en cuenta por el entonces gobernador electo, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, para integrarse a su gabinete, decisión que Gómez Álvarez no aguantó mantenerla en secreto antes de que se hiciera oficial su nombramiento, y lo reveló a través de su cuenta en Twitter antes que nadie.
Subsecretario de Planeación fue el encargo que le dio el Mandatario estatal…
Pero muy pronto -apenas cuatro meses después de asumir el cargo- le llegó el “estreno” a David Gómez Álvarez al verse envuelto en un escándalo que ha “manchado” ya su imagen pública, que buscó mantenerla impoluta… sin éxito.
Su amistad con Erick Lobo Duarte -de quien se dice que fue despedido como catedrático en el ITESO-; el contratarlo como asesor externo durante tres de los cuatro meses que lleva como funcionario público; el que se le haya otorgado a su empresa IPS Consulting un contrato por varios millones de pesos en un proceso de licitación que, aunque argumenta que estuvo dentro del marco de la ley, abrió sospechas de favoritismo, fue el “golpe” demoledor con el que se estrenó Gómez Álvarez como funcionario público.
El escándalo le estalló a David Gómez en el extranjero -en la India-, desde donde dio sus argumentos sobre la limpieza de la licitación y, particularmente, rechazó haber favorecido a su amigo. Sin embargo, no convenció ni logró detener la arremetida en su contra que se desató en las redes sociales.
Quién se iba a imaginar que con apenas cuatro meses como funcionario público, David Gómez Álvarez se vería envuelto en un escándalo que lo marcará de por vida.
Quiéralo o no, con éste escándalo Gómez Álvarez se incrustó ya en la categoría de “funcionario público”, con todas las implicaciones que ello conlleva.
Y por si fuera poco, su propio amigo Lobo Duarte le dio la “puntilla” al renunciar al millonario contrato y calificar a los periodistas del diario que publicó su caso como… “perros hambrientos”.
Y pensar que no hace mucho Gómez Álvarez cuestionaba el actuar de algunos funcionarios públicos.
11 julio, 2013