Eduardo Rosales Castellanos es un político al estilo salinista: aun y cuando no está, se deja sentir. Y cuando está… ¡peor!
Rosales Castellanos le niega al periodista José María Pulido ser un alfarista “de clóset”, pero el mismo colega refiere que el ex dirigente panista “no escatima elogios” para el ex presidente municipal de Tlajomulco. Y luego escribe textualmente las palabras del ex dirigente del PAN:
“Me parece que Enrique Alfaro es un hombre inteligente, un hombre capaz, un hombre con visión, un hombre que hizo un gran papel como presidente municipal de Tlajomulco…”.
Rosales Castellanos no niega ser amigo de Alfaro y confiesa admirarlo en muchos sentidos, pero asegura no ser alfarista “de clóset”, que porque todo lo que ha hecho en la vida “lo he hecho abiertamente…”.
Habría que ser muy ingenuo para creer que Eduardo Rosales deveras estuvo ajeno a la actuación de no pocos panistas miembro de su grupo político en las pasadas elecciones de julio del 2012, cuando estuvo en juego la gubernatura, y que apoyaron al ex priista y ex perredista; habría que ser muy inocente para creer que no pocos “rosalistas” actuaron de motu propio a favor del ex edil de Tlajomulco.
No en vano logró acumular un gran poder bajo el “cobijo” del ex gobernador Francisco Ramírez Acuña que le permitió mantenerse durante dos períodos al frente del comité estatal, hasta que fueron sus propios errores los que lo obligaron a renunciar a la dirigencia del partido y heredársela a uno de los suyos: Hernán Cortés Berumen, quien luego hizo su propio juego hasta lograr ser precandidato a la gubernatura.
Pero no sólo en política Rosales Castellanos ha sido un hombre con poder. También en los negocios, donde se ha hecho de socios que no han sido menos polémicos que él en este terreno. Lo fue de David Gómez Álvarez, subsecretario de Planeación, en algunos antros, cuando éste buscaba la presidencia del Instituto Electoral y que logró gracias al apoyo del panista; del propio Enrique Alfaro Ramírez, en Ocean View, cuando éste buscaba la candidatura al gobierno del Estado; y dicen también que de Erick Lobo Duarte, en la empresa IPS Consoulting, a quien le adjudicaron un trabajo millonario para el Plan Estatal de Desarrollo y donde se asegura estuvo “la mano” del propio subsecretario Gómez Álvarez.
¿Deveras creemos que Eduardo Rosales nada tuvo que ver en el apoyo a Alfaro en las pasadas elecciones?
Como tampoco podemos creer que Rosales Castellanos nada tuvo que ver con que uno de sus hombres más cercanos, Gildardo Guerrero, coordinador de la bancada panista en el Congreso, haya “reculado” en la denuncia penal que iban a presentar en contra de David Gómez por la adjudicación a favor de IPS Consoulting, la empresa de Lobo Duarte.
Y es que coincidió con que luego de “estallarle” este escándalo al ex presidente del IEPC, Rosales Castellanos arribó a Guadalajara a pasar sus vacaciones de verano y lo primero que hizo fue parar “en seco” a Gildardo Guerrero que pretendía darle un “golpe” a David Gómez y para lo cual ya habían anunciado una rueda de prensa, cancelada abruptamente.
El factor Rosales no es ajeno a la marcha atrás de Gildardo en su denuncia contra Gómez Álvarez. ¿Podemos creer que deveras nada tuvo que ver con el apoyo de panistas a los alfaristas?
… Yo tampoco.