No obstante el lazo de sangre que los une, el antialfarismo de la diputada Mariana Fernández Ramírez está a flor de piel, no de ahora sino desde que se involucró en la política allá por el 2009 como candidata a diputada local por el distrito 8, con el impulso de Aristóteles Sandoval Díaz, a la sazón candidato del PRI a la presidencia municipal de Guadalajara.
Su postura crítica que hoy incomoda al alfarismo en el poder la coloca en una posición complicada cuando trasciende que Sandoval Díaz “negoció” en Casa Jalisco con el gobernador Enrique Alfaro Ramírez su “cabeza” como coordinadora de la fracción del PRI, espacio en donde el ex gobernador la colocó en un proceso “fast-track”, no obstante que ya había acordado con Héctor Pizano Ramos que él sería el jefe de la bancada.
Pero, paradójicamente, hicieron a un lado a Pizano Ramos so pretexto de su cercanía con Alfaro Ramírez. Hoy los cercanos a Alfaro son quienes en aquella ocasión -septiembre del 2018- impusieron a Mariana como coordinadora y los que ahora la quieren quitar de esa posición.
Si hoy Fernández Ramírez es una severa crítica de las acciones de gobierno de Alfaro Ramírez -“A Toda Máquina”, “tarifazo” del transporte público, el “Caso Giovanni”, la actuación de la Fiscalía en la desaparición de estudiantes, el endeudamiento por 6 mil 200 millones de pesos, el creciente problema del dengue-, en 2012 lo fue directamente de la persona de Enrique Alfaro como candidato a la gubernatura.
En junio de 2012, la entrevisté en el espacio de Radio Noticias 1070 -(Marcatextos 05/06/2012)- y fue bastante ruda con Alfaro Ramírez, como cuando le dijo que asumiéndose como un político de izquierda hiciera negocios con la ultraderecha, refiriéndose a la sociedad que Enrique sostenía con el entonces presidente del PAN, Eduardo Rosales, en la empresa Ocean View, revelada por el entonces diputado del PRD, Raúl Vargas López.
“Se asegura que con esta sociedad se echa abajo el discurso de Alfaro. ¿Estás de acuerdo?”, le pregunté a Mariana en aquella entrevista, y frente al micrófono respondió:
“¡Claro! Estamos hablando aquí de incongruencias porque no pueden estar separados los principios de los negocios y aquí es muy claro. ¡Imagínense a López Obrador haciendo negocios con Diego Fernández de Ceballos! ¡Sería algo absurdo!
“En ese momento (de la sociedad) Enrique era diputado por el PRD y se alió con el presidente estatal del PAN y sabemos que era una Legislatura (58) muy escandalosa, peor que ésta, donde hubo muchos problemas con la partida ocho mil. Entonces es incongruente que siempre se la pase criticando al sistema de partidos y vemos a la izquierda de Jalisco aliada en negocios con la ultraderecha”.
Luego le cuestioné si se sumarían a esos señalamientos que se hacían en contra del candidato Alfaro, y aseveró: “Hoy Enrique dice que va a denunciar a nuestro candidato (Aristóteles) y a Raúl Padilla. Yo le digo que desde el inicio de su campaña se ha dedicado a denostar sin ninguna prueba, y de todo lo que se está diciendo hoy en contra de él, de todo, hay escrituras públicas, recibos del predial, las escrituras del Notario…”.
Por último le plantee: “¿Es creíble su discurso y postura de que es el candidato ciudadano…?”. Sin mucho pensarlo contestó:
“¿Cómo dice que es un candidato ciudadano cuando perteneció muchos años al PRI…?! Con él (PRI) fue candidato a la alcaldía de Tlajomulco pero no la ganó, y luego se pelea con el PRI. El PRD le da la oportunidad para ser diputado plurinominal, y después se pelea con el PRD. Y ahora hay que aclararle a la gente que Movimiento Ciudadano no es un movimiento sino un partido político, que anteriormente era Convergencia. Entonces, creo que alguien que se dice ciudadano le va a servir mucho a dos partidos chiquitos para mantener, que son el Partido del Trabajo y el Partido Convergencia.
“¡Y claro que no puede estar en contra del sistema de partidos cuando ha participado en tantos partidos políticos!”.
Hasta ahí aquellas viejas declaraciones de Mariana Fernández sobre Enrique Alfaro.
¿Qué hará ahora si, como se asegura, Aristóteles Sandoval le pide -le exije o le ordena-, renuncie a la coordinación de la bancada priista para entregársela a Sofía García, que sería más dócil frente al alfarismo? ¿Se “doblará” Mariana a la voluntad del ex gobernador por ser él quien desde Casa Jalisco le dio esa posición? ¿Se mantendrá firme, se rebelará y no entregará dicha coordinación, arriesgándose a que Sandoval Díaz opere en el CEN del PRI para que no sea candidata en 2021? ¿O estará “blindada” para rebelarse y asegurar un lugar en la boleta electoral, sea o no por el Revolucionario Institucional?
¿Cuál será el costo que pague Mariana Fernández Ramírez por su antialfarismo?
Posiblemente no tengamos que esperar mucho para conocer la respuesta a estas preguntas. Al tiempo…