Desde Puebla, ayer la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia, Claudia Sheinbaum Pardo, envió un mensaje que quizás muchos fundadores de Morena en el país, pero particularmente de Jalisco, no querían o temían escuchar: “No ganan una encuesta”. Y no le faltó razón.
Sheinbaum dijo textualmente:
“Compañeras, compañeros fundadores de Morena, que son fundadores, pero que no ganan una encuesta. Y hay otros compañeros que se acercaron hace seis años, hace tres, y que sí ganan una encuesta. ¿Y por qué las encuestas? Porque hay que confiar en el pueblo, porque no puede ser que confiemos en el pueblo hasta que la encuesta no nos favorece. El pueblo sabe si hay una persona que participa en la encuesta, que no es fundador de Morena… Porque la pregunta dice: Entre otras, ¿quién consideras que debería ser el candidato o candidata de Morena o de la coalición Morena, PT, Verde, y ahí la gente contesta…”.
Lo anterior se tenía que decir… y se dijo.
Pero no lo dijo cualquiera y ni siquiera el presidente nacional del partido, Mario Delgado Carrillo. Lo tuvo que decir la propia candidata a la presidencia de la República.
Lo que declaró Sheinbaum en Puebla no sólo vale para los fundadores de Morena sino, en el caso de Jalisco, para los fundadores de Futuro y Hagamos, porque en el PAN, en el PRI o en el PRD, los fundadores ya fallecieron o, en el caso del tercero, hoy precisamente forman parte de Morena, se mantienen en su partido o simplemente ya están retirados de toda actividad política.
En la lucha por el poder, ser fundador de un partido político no te da el derecho en automático de ser candidato a un cargo de elección popular. Para ser candidato necesitas demostrar, de entrada, que eres competitivo frente al adversario, más allá de la capacidad, inteligencia y experiencia, entre otros atributos, que debe de tener un aspirante. También debes de tener trabajo realizado en el partido. Sí, pero las elecciones no se ganan por el hecho de que seas o no fundador del partido político por el que contiendes.
Se trata de ganar una elección, se trata de llegar y obtener el poder. Y para ser candidato cada partido tiene sus propias reglas. Y si antes se exigía ser militante e, incluso, tener cierta cantidad de años como tal o haber ocupado un cargo de dirigencia del partido en cualquiera de los tres niveles, como alguna vez se estableció en el PRI para contrarrestar el avance de los tecnócratas, la realidad es que hoy los partidos políticos se han hundido en un pragmatismo por ese afán de llegar al poder, olvidándose ya de su doctrina, de sus principios. Incluso, varios de ellos -por ejemplo como el caso de Movimiento Ciudadano-en sus estatutos establecen que cierto porcentaje de candidaturas deben reservarse para ciudadanos “externos”, para ciudadanos “sin partido”, precisamente para estar en esa moda -para mí absurda- de “ciudadanizar a los partidos políticos” o “ciudadanizar” los cargos públicos.
La mayoría de los partidos políticos en el país “cerraron” sus escuelas de cuadros, a las que ya no consideraron de utilidad, pues “la moda”, la nueva tendencia era atraer a ciudadanos no militantes para hacerlos candidatos, sin formación partidista alguna y, por tanto, sin identidad ni cimpromiso con el partido que los postuló.
En Jalisco, uno de los principales problemas que enfrenta el morenismo, el partido Morena, es ese reclamo del “derecho de antigüedad” para ser candidato, sin importar si el reclamante cubre el perfil necesario no sólo para serlo y ganar una encuesta, sino para competir en una elección con posibilidades de ganar. Aquí se ha registrado una verdadera guerra entre “fundadores” y quienes no lo son. Es cierto, como en todos los partidos, se han cometido injusticias porque no sólo se ignora a fundadores que tienen la capacidad y cubren los requisitos para ganar una encuesta y ser candidatos, sino a quienes durante muchos años han realizado trabajo partidista y dado resultados, amén de demostrar lealtad al partido. Esos casos son criticables.
Pero Claudia Sheinbaum no se refirió a las “excepciones”. La candidata presidencial se refirió y respondió así a un reclamo que seguramente ha recibido y escuchado a lo largo de su recorrido por el país y seguramente lo escuchó aquí en Jalisco. Pero de lo que se trata es de obtener, de llegar al poder. Y para eso se requieren perfiles que ganen encuestas, que sean competitivos electoralmente y que ganen, por lo tanto, elecciones.
¿Cuál será la reacción de los fundadores de Morena en Jalisco que no sólo no fueron considerados candidatos sino que ni siquiera les dieron la oportunidad de estar en la lista de encuestados?
Al tiempo lo sabremos…