Por Alfonso Javier Márquez
La carrera por la candidatura del Partido Acción Nacional a la presidencia municipal de Guadalajara está tomando tintes que pueden terminar en resultados trágicos. Y todo por la característica que le imprimió la llegada de Fernando Garza Martínez a la competencia: ataques, descalificaciones y evidente coraje.
Y es que el bando de Jorge Salinas, el otro contendiente, no es tampoco una perita en dulce. Quedó en claro que les dolió con ardor- que su ex guía político, Fernando Garza, decidiera de última hora lanzarse por la candidatura de Guadalajara en lugar de la de Zapopan que había anunciado.
Y es que los generales de Jorge Salinas Osornio fueron hace años coroneles de Fernando Garza cuando encabezaba el grupo Zapopan, hoy desaparecido. Alfredo Arguelles Basave, Ricardo Ríos, Juan Carlos Márquez y Felipe Pulido, los pilares que sostienen la plataforma electoral del pre candidato del grupo afín a Francisco Ramírez Acuña fueron aprendices políticos que nacieron a la sombra de quien en los 90’s y principios de este siglo fue el mejor operador político que tuvo Acción Nacional en esta región: Fernando Garza quien al perder la contienda interna contra Emilio González Márquez para candidato a gobernador, perdió todo su capital político y fue exiliado de Jalisco, al mero estilo del PAN.
Pero volviendo al día del registro, aún no se daba a conocer la aceptación de
No es la primera vez que Fernando Garza le imprime ese tono a una contienda electoral. Ya lo hizo cuando en su momento compitió con quien sigue siendo su enemigo real en esta contienda, Francisco Ramírez Acuña, contra el que hoy su aliado, Emilio González Márquez, y contra otros actores contra los que ha competido como Herbert Taylor. Ante las circunstancias no hay que descartar que esta contienda tenga un final no feliz para el PAN como ocurrió cuando se dividieron por la imposición de Tarsicio Rodríguez en Zapopan cuando perdieron.