El 12 de abril de 2018, como candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura, Enrique Alfaro Ramírez estuvo en Teocaltiche (foto), donde en la plaza pública declaró:

“Los intereses de Jalisco sobre todo”(…). Quiero dejar de una vez mi compromiso: el tema del abasto de agua en Los Altos y todo este debate sobre la presa El Zapotillo. El mensaje tiene que ser muy sencillo: Si estamos haciendo una presa en nuestro estado, primero tenemos que hacer que el agua de esa presa le sirva a los intereses de Los Altos y a Guadalajara.

“Respetamos a la gente de León (Guanajuato), sabemos que son mexicanos, pero no es posible que por los intereses de un presidente (Enrique Peña Nieto), que sometió a los gobernadores de Jalisco, a los de un partido (PAN) y otro (PRI)…”.

Mañana, Alfaro Ramírez estará acompañando al presidente en turno, Andrés Manuel López Obrador, en su encuentro con habitantes de Temacapulín, Acasico y Palmarejo, para convencerlos de que acepten la conclusión de la polémica presa El Zapotillo, pues el segundo ha dicho que es una obra en la que se han gastado millones de pesos del erario y no puede quedar así como se encuentra actualmente. Contra lo dicho por Alfaro el candidato aquel día en Teocaltiche, López Obrador viene con la encomienda de que esta obra hidráulica abastezca de agua a Guadalajara, a Los Altos… y a León Guanajuato.

Seis meses después de la visita a Teocaltiche y donde dijo lo arriba mencionado, López Obrador visitó Guanajuato ya como presidente electo, y ahí dijo que apoyaría la conclusión de El Zapotillo para que León tuviera agua. Textualmente declaró: “Vamos a resolver el problema de la presa El Zapotillo para que haya agua para León…”.

Y con esta encomienda estará mañana el presidente en la zona del conflicto: concluir la presa para que llegue agua del río Verde a León, Los Altos y Guadalajara.

Pero por lo que declaró ayer en la rueda de prensa “mañanera”, este podría ser el último intento por convencer a los pobladores de que avalen la conclusión de la obra con una cortina con 80 metros de altura -como lo determinó la Suprema Corte- y no de 105 metros como inicialmente estaba prevista y con lo que se inundarían los tres poblados alteños. A 80 metros, sin embargo, el único poblado que no sería inundado es Temacapulín, según han declarado los expertos en el tema.

Y en esta visita presidencial -la segunda en 15 días-, el gobernador Alfaro Ramírez se juega el todo por el todo, pues ayer López Obrador fue muy claro al señalar que si los pobladores vecinos de la presa El Zapotillo no quieren que la obra se concluya, “no se hace y no nos volveremos a ocupar del tema en todo el sexenio”, advirtió.

Si nos atenemos a estas palabras, Andrés Manuel no está dispuesto a imponer una obra que los habitantes de las tres poblaciones vecinos a la presa aún y cuando eso signifique que Guadalajara, León y la zona de Los Altos continúen careciendo el agua necesaria para el consumo humano como para las actividades agrícolas. Pero por eso el presidente subrayó que si la obra no se concluye y eso significa que no habrá agua para nadie, entonces “hay que compartir la responsabilidad de las consecuencias”, refiriéndose a que los opositores deben asumir parte de la culpa de la falta de agua.

¿Esta advertencia “desarmará” a los habitantes de los tres o dos poblados amenazados con desaparecer o se mantendrán firmes en su postura de oposición? ¿Eso significará que el gobierno federal dejará en manos del gobierno alfarista la responsabilidad de buscar otras alternativas para abastecer de agua a la zona metropolitana de Guadalajara y a la zona de Los Altos? ¿Será que la 4T se “lavará las manos” de este problema, como el alfarismo se las ha “lavado” en materia de inseguridad pública, bajo el argumento de que es responsabilidad del gobierno federal?

Sin duda, con este problema López Obrador no tiene nada qué perder, cosa que no puede decir el gobernador Alfaro, pues es el responsable de que su gobierno dote a sus gobernados del agua necesaria para vivir.

Así es que mañana puede ser el inicio del fin de un problema que los gobiernos -federal y estatales- no supieron resolver y que podría agravarse aún más por lo que resta del gobierno alfarista si los pobladores afectados se mantienen firmes en contra de la conclusión de la presa.

Y si no, al tiempo…