Por Hugo Luna
La gestión de Guillermo Martínez Mora al frente de la secretaria de Promoción Económica se caracterizo por sus viajes al extranjero (Shanghái, Sao Paulo, Los Ángeles, Las Vegas, San Diego, Chicago, Houston, Dallas) y la entrega de 250 millones de pesos asignados de manera oscura y sin pudor a grupos empresariales para fines que a la fecha no han aclarado.
Por ejemplo el apoyo de 35 millones de pesos al corporativo electrónico Flextronic a través de una “votación exprés” por parte de los consejeros del Consejo Estatal de Promoción Económica (CEPE)
No podemos olvidar como el aspirante panista Martínez Mora a la alcaldía zapopana culpó a su antecesor José Ramón Robledo de no haberle dejado ningún proyecto de inversión.
Hay que recordar que él ya había ocupado esa misma cartera siendo gobernador Francisco Ramírez Acuña.
Palabras más, palabras menos, el hecho que Martínez Mora prefirió la salida fácil ante su evidente incompetencia al frente de SEPROE donde no destacó en ninguno de sus dos periodos al frente, sino que por el contrario se ha envuelto en polémicas.
La percepción de quien aspira a gobernar Zapopan en materia de desarrollo económico es la inversión en infraestructura para que circulen mercancías y personas, lo que mejorará la competitividad estatal, que permitirá la llegada de capitales que crearán empresas y empleos y que darán trabajo e ingresos para el sostenimiento de las familias de los trabajadores.
Hace 20 años, cuando estaba en su apogeo la crisis del desarrollo industrial mexicano, los gobernantes y grupos empresariales compraron todo ese discurso e incluso adquirieron la receta para ponerla en práctica en Jalisco.
Pero no se concibe que dos décadas después se trate de apostar por ese mismo modelo, cuando en casi todo el mundo va en franca retirada.
Martínez Mora debería saber que las regiones que gozan de dinámica económica y que han tenido la posibilidad de distribuir equitativamente la riqueza nacional, nunca aplicaron al pie de la letra. La receta neoliberal.
Las economías de primer mundo no lo hicieron tampoco los países capitalistas más desarrollados. El caso contrario fue América Latina que desde 1980 aplicó el modelo, y por eso nos fue tan mal.
Además debe comprender que los capitales internacionales no son peritas en dulce sino corporaciones que buscan ciudades donde pueden obtener las más altas ganancias en el menor tiempo posible.
De ganar la presidencia municipal de Zapopan, Guillermo Martínez Mora nos anunciará que el municipio tiene que salir a vender a otros países, pero la pregunta será ¿Qué va vender?
