Los integrantes del Grupo Universidad de Guadalajara se fueron de vacaciones con la convicción de que el mes de enero marcará el inicio del pleito abierto entre los grupos del ex Rector Raúl Padilla López y el del actual Rector
Para quienes se mantienen leales a Raúl Padilla y para éste mismo ya quedó claro que la verdadera intención de Carlos Briseño es deshacerse del mandato del ex Rector y hacerse de la jefatura política y del control de la Universidad.
Carlos Briseño estaría confirmando las interpretaciones que algunos atinadamente hicieron de su discurso de toma de posesión del cargo de Rector General, en el que señaló que con él se iniciaba una tercera etapa en la vida de la Universidad de Guadalajara, siendo la primera la del ex Rector Guadalupe Zuno Hernández y la segunda la del propio Raúl Padilla.
La resistencia de Carlos Briseño de negociar el presupuesto del año 2008 con el jefe del grupo universitario y su decisión de no recontratar a un número importante de funcionarios ligados a los miembros más leales del grupo padillista, fueron las pruebas más claras de que las intenciones del actual Rector de desplazar a Raúl Padilla del control de la casa de estudios van en serio.
Carlos Briseño y sus allegados creen que no les será difícil desplazar del control a Padilla López pues el Rector cuenta con la nómina, el presupuesto y su capacidad de castigar o premiar el comportamiento de los funcionarios universitarios, dependiendo de con quien decida jugar cada uno.
Desde el punto de vista de los padillistas las primeras batallas en contra de Carlos Briseño y sus allegados tendrán que ser definitivas si quieren recuperar el control pérdido.
Así, se anuncia para este mes el inicio público de este conflicto que se viene desarrollando en silencio desde que Carlos Briseño tomó posesión del cargo.
En esta pelea la compra de lealtades y el juego de los sindicatos de trabajadores y académicos serán la clave de quien resulte ganador.
La historia se repite
Hace 18 años Raúl Padilla López, siendo Rector de la Universidad de Guadalajara, rompió con el llamado Grupo FEG-UdeG, encabezado por el ingeniero Alvaro Ramírez Ladewig y los expresidentes de la Federación de Estudiantes de Guadalajara (FEG).
Al Grupo FEG-UdeG perteneció la mayoría de quienes hoy están al frente del control político de la Universidad de Guadalajara, incluyendo el actual Rector
Una vez acomodado en la Rectoría, Raúl Padilla sintió que ya era tiempo de dejar atrás la autoridad de Alvaro Ramírez y propició el rompimiento, generándose una confrontación que derivó en la toma de las instalaciones de la Universidad por los cuadros leales a Ramírez Ladewig.
El paro universitario fue levantado a tiempo como para salvarle la situación a Raúl Padilla y éste, gracias a la nómina, y a que conocía al grupo político desde adentro, pudo hacerse del control político de la institución.
Así, Raúl Padilla López sustituyó las viejas estructuras sindicales y de representación estudiantil por nuevas organizaciones afines a su proyecto.
De esta manera, durante los últimos 18 años el destino de la Universidad ha pasado por las decisiones del llamado Grupo Universidad, con el liderazgo indiscutible de Raúl Padilla, del que han surgido los últimos tres rectores generales y todos los rectores de los centros universitarios.
En la última sucesión,
Pero, como dice la frase popular, “del tamaño de la sumisión es el tamaño de la traición”, y desde el mismo día de su elección como Rector General Carlos Briseño trató de dejarle claro a Padilla López que el sumiso había quedado atrás y que en adelante cada decisión del ex Rector sería discutida o contradicha.
En las últimas semanas del 2007 a Raúl Padilla y a sus aliados les quedó claro que Carlos Briseño estaba tratando por todos los medios generar la ruptura con Raúl Padilla, para tener el pretexto de enfrentarlo y tratar de quitarle en definitiva la jefatura política dentro de la Universidad.
Los pasos de Briseño
Así habló Carlos Briseño en su discurso de toma de posesión del cargo de Rector General.
“En su época moderna, la Universidad de Guadalajara ha transitado por dos grandes etapas: la primera comenzó en 1925 con su reapertura promovida como dependencia del Poder Ejecutivo por el gobernador José Guadalupe Zuno. La segunda, dio inicio en 1989 y fue impulsada por el entonces rector Raúl Padilla López. Implicó dos grandes cambios: el establecimiento de nuestra universidad como organismo con autonomía jurídica y su transformación en un modelo de Red con estructura académica departamental.
“Concientes de lo anterior, ahora el gran reto es que todos ―todos― emprendamos una tercera gran etapa en la vida de nuestra institución. Este nuevo periodo ―necesario, tanto por razones internas como por exigencias del entorno― estará caracterizado, entre otros, por cinco desafíos que debemos encarar como universitarios”.
Y con estas frases inició una ya larga lista de regateos, negativas y discusiones con su, hasta unas horas antes, jefe indiscutido.
Desde ese primero de abril hasta estos días Carlos Briseño se ha ido preparando para enfrentar a Raúl Padilla López y disputarle el control político de la institución.
Los días de las vacaciones navideñas les sirvieron al ex Rector Padilla López y a sus aliados para definir estrategias y tiempos para enfrentar la que será la madre de todas sus batallas.
Este Enero está definido como el mes en el que habrán de iniciarse las batallas entr
e las facciones de Raúl Padilla López y
Ambas partes saben que del resultado de las primeras batallas se definirá el ganador, por eso preparan sus mejores armas para el arranque del conflicto.
Parece que una vez más llegó la hora de dejar atrás la Pax Universitaria.