Por Hugo Luna
El sistema tributario mexicano mantiene un maridaje con las empresas de outsourcing. La tercerización con fines de evasión de impuestos es producto de los generosos vacios que ofrecen las leyes fiscales.
Al respecto el Sistema de Administración Tributaria (SAT), preparan denuncias penales en contra de diversas empresas sospechosas de darle la vuelta al pago de sus obligaciones tributarias.
En la zona metropolitana de Guadalajara particularmente la industria electrónica y automotriz, todas con el sello de ser empresas de gran tamaño se han puesto “vivillos” para darle la vuelta a sus pagos fiscales del personal que emplean.
Es un tema en el que Centro de Reflexión y Acción Laboral (CEREAL), ha sido incisivo en documentar casos provenientes de la industrias maquiladoras donde ha encontrado situaciones de acoso sexual, trato indigno, inestabilidad laboral, exposición a tóxicos, represión a la libertad sindical, sobrecargas de trabajo, accidentes colectivos y enfermedades laborales no atendidas.
A reserva de ver cuáles de estas empresas se pasaron de la raya de las leyes laxas, lo cierto es que el permiso para evadir está impreso en las mismas disposiciones fiscales.
Una característica de las empresas sospechosas de evasión, declaran al fisco montos negativos en los montos de Impuesto Sobre la Renta sobre nómina.
La solución de este problema, más allá de una persecución judicial, los especialistas piden combatir las causas que han dado origen a esta situación y proponen acotar la definición del término de previsión social en la Ley del Impuesto Sobre la Renta.