Julio César Hernández
Las buenas entrevistas dependen de la calidad de las preguntas del entrevistador, que logren arrancarle al entrevistado excelentes respuestas. La habilidad del entrevistador es el “toque” necesario para lograr una entrevista de calidad.
¿No se aplica la misma fórmula para las comparecencias de los secretarios de Estado en el marco de la glosa del IV Informe de Gobierno de Emilio González Márquez?
Ayer comenzó la “pasarela” de funcionarios con el secretario general de Gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, abriendo plaza. Y, por supuesto, dejó insatisfechos a los diputados de partidos contrarios al suyo. Se quejaron de que respondió lo que quiso, que dio evasivas y quién sabe cuántas quejas y lamentaciones más expresaron los legisladores.
En estos momento debe de estar compareciendo el secretario de Planeación, Víctor Manuel González. ¿El resultado final derá el mismo y se repetirá ante cada secretario que comparezca? No hay razón para pensar lo contrario.
Pero la verdad es que las comparecencias se han convertido en el juego del “Tío Lolo” en un lado y en otro. Los diputados no se preparan para cada comparecencia. Vamos, estoy seguro que ni siquiera han hojeado, ya no digamos leído, el informe de gobierno. Llegan a ciegas a la comparecencia frente al funcionario que, bien que mal, conoce su territorio y trae los datos frescos en la mente o en sus asesores.
¿Por qué mejor no terminan con este teatro y a la voz de ya modifican el formato de esta glosa o en definitiva la cancelan?
¡Esto sí es pérdida de tiempo! O díganme qué provecho se ha sacado de esta glosa a lo largo de los años. ¡Ninguna!
Señores diputados, no levanten estos escenarios para justificar su trabajo. O, si deciden mantenerlos, ténganle respeto a sus electores y prepárense para cada comparecencia.