Alfonso Javier Márquez
En este culebrón llamado las Villas Panamericanas no está claro quienes son los villanos ni quienes son los buenos de la película. Cada uno de los protagonistas que ocupan los papeles estelares tienen ambos lados de la cara lo que despierta muchas dudas y sospechas entre quienes tratamos de entender cuál es el asunto de fondo en este debate social relativo a la sede de los atletas para los juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.
El actor central, Alfonso Petersen, quedó muy mal parado, primero por el fallido intento de sacar un crédito por mil millones de pesos para financiar con fondos públicos al constructor de la obra. Luego, la semana anterior, el presidente de la Organización Deportiva Panamericana, Mario Vázquez Raña, lo deja en evidencia al enviar una carta que se publica en un periódico local en donde afirma que desde el principio nunca le gustó el Parque Morelos para sede de las Villas Panamericanas.
Además lo acusa de desatender las recomendaciones del comité y de poner en riesgo la realización de los juegos en Guadalajara. El presidente municipal de Guadalajara tendría que explicar por que el aferramiento a construir en la zona del parque Morelos, porqué la idea e financiar al constructor y por qué no pudo convencer a Mario Vázquez Raña.
El presidente de la ODEPA , Mario Vázquez Raña, también lleva su parte en toda esta trama. En su carta deja en claro que ha sido complaciente con los organizadores tapatíos, más que con otras sedes. ¿Ah si? Y ¿a cambio de qué?. Él mismo hace mención y rechaza a la sospecha local de que tienen intereses metidos en la construcción de las villas y por eso su interferencia en el proceso. Vázquez Raña guardó durante casi dos años silencio. Se oponía al Parque Morelos y no lo hizo público ¿de a gratis?.
Aparece también en la escena el gobernador Emilio González Márquez quien, sin que nadie le preguntara, se atrevió a decir hace dos semanas que aunque apoyaba el proyecto panamericano, descartaba cualquier apoyo para el predio El Disparate porque había escuchado acusaciones en los medios de comunicación en el sentido de que alguien en el Gobierno del Estado tenía intereses metidos, concretamente era socio de los dueños de ese predio. En los últimos días, y tras esa promesa del gobernador, todo comienza a apuntar hacia el Disparate; a pesar de que había dicho que allí no.
Y un actor más, es sin duda Raúl Padilla López, el hombre fuerte de la Universidad de Guadalajara que con el único interés de llevar agua a su molino se interpone en cualquier proyecto del que no tenga algún beneficio. Por eso, a través de Red Ciudadana, académicos universitarios y otras ONG’s han obstaculizado la realización de instalaciones Panamericanas –incluidas las villas y un estadio de atletismo- en la zona de la Barranca de Huentitán, no por que afecten a la ecología, como esgrimen públicamente, sino porque en realidad obedecen a las órdenes de quien quiere forzar la construcción de un estadio en terrenos de la Universidad de Guadalajara en el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenieria en Marcelino García Barragán y la Calzada Olímpica.
Otro actor por entrar a escena está Aristóteles Sandoval quien pretende llegar como el héroe, pero que dadas las circunstancias, podría convertirse en uno mas de los villanos pues si se inclina por El Disparate tendrá que argumentarlo, igual que si lo hace por los terrenos de la Universidad de Guadalajara; sin contar que Mario Vázquez Raña, si es cierto que quiere “tajada del pastel” está esperando al nuevo presidente municipal.
