La versión que trascendió al cierre de la semana pasada fue: Laura Haro Ramírez será la nueva dirigente del PRI en Jalisco, en relevo de Ramiro Hernández García. Como secretario general estaría el ex presidente municipal de Arandas, Omar Hernández Hernández.
Ayer domingo, se emitió la convocatoria para la elección de la nueva dirigencia priista en el estado. Todo está listo.
Para nadie sería una sorpresa la designación de Haro Ramírez, porque es una versión que se manejó desde que se confirmó que era candidata a diputada federal por la vía plurinominal. Era la antesala para el siguiente paso. Además, el trabajo político que realizó desde que Alejandro Moreno “Alito” llegó a la dirigencia nacional, así la perfilaban. Ningún o ninguna jalisciense tuvo la promoción que ella ha tenido desde el CEN, promoción que ella ha sabido aprovechar con una labor partidista a lo largo y ancho del país, apoyando el trabajo de sus correligionarios e impulsando candidaturas a cargos de elección popular, particularmente de jóvenes priistas.
En una palabra, desde el CEN le indicaron cuál era el camino, y Laura Haro se encargó de trabajarlo y recorrerlo, y a punto está de llegar a la meta, pese a que en su momento declaró -en una entrevista con la revista Opinión Política-, que ella tenía mucho trabajo como para estar pensando en la dirigencia del partido. Estamos a punto de confirmar que, efectivamente, tenía mucho trabajo por hacer, pero todo iba encaminado a cosechar un fruto que está a punto de brotar nada menos que en el inmueble de Calzada del Campesino.
Y como para que no quede duda, la fotografía que acompaña este texto -tomada de la cuenta de Twitter de la propia Haro Ramírez-, hace evidente que ya todo está “planchado” para que asuma la dirigencia estatal: ella, sentada a la cabecera de la mesa. Y a los lados algunos de los aspirantes también a ese cargo: Hortencia Noroña y el propio Omar Hernández. En el PRI, las señales siguen siendo fundamentales; los mensajes “entre líneas”, son importantes. La forma sigue siendo fondo.
Como en toda ocasión cuando se acerca el relevo en la dirigencia estatal del PRI y se tiene ya perfilado a quién ocupará el cargo principal, surgen las críticas y señalamientos en contra, del por qué no debe ser él o ella, de cuáles son sus “flaquezas”, de cuáles sus debilidades, y cuáles sus pecados. Pero estos señalamientos siempre llevan un interés particular porque vienen de quien aspira al mismo cargo o de “acomedidos” que le hacen el favor o creen hacerle el favor a quien es su “galló”. Pero todos los aspirantes tienen pros y contras, y difícilmente encontrarán a alguien que sume por unanimidad.
Que Laura Haro no atenderá la dirigencia estatal de tiempo completo porque compartirá su trabajo con la responsabilidad que tiene como diputada federal en San Lázaro, no es argumento para descalificarla porque ya hemos visto que aún aquellos que se dedican exclusivamente y de tiempo completo a su trabajo al frente del partido no son garantía de que habrá un partido exitoso y ganador de elecciones. Pero, además, ella pagará el costo que implica tener dos responsabilidades si los resultados que entregue son negativos. Y ese costo, por su juventud, puede ser demasiado alto.
Pero está el otro lado de la moneda: ¿y si los resultados son positivos? Claro, sin creer que el PRI volverá a ser el partido ganador de tiempo atrás, bonos a su favor será si en el 2024 incrementa el número de presidencias municipales en manos de su partido; un mayor número de diputados federales y locales, a los que actualmente tienen. Todo dependerá, por supuesto, de la estrategia electoral y del perfil de candidatos que oferten.
Así, pues, todo parece estar listo para que una joven mujer tome las riendas del Revolucionario Institucional en Jalisco y se enfrente a un no sólo oscuro sino nada halagador escenario electoral para su partido. Los resultados, malos o buenos, dependerá de su trabajo y del equipo del que se haga acompañar.
Dicen que es el tiempo de las mujeres, y de darse la llegara de Laura Haro al PRI, se sumaría a Diana González que preside al PAN y a Natalia Juárez que está al frente del PRD. Tres mujeres al frente de los tres partidos que van en alianza con el “Va por México”.
Sin duda, interesante escenario. Al tiempo…