Jesús Pablo Lemus Navarro ha dicho una y otra vez, por aire, mar y tierra, que no es militante del partido Movimiento Ciudadano, que nunca lo será como tampoco de cualquier otro partido político. Se le entiende y está en su derecho.

Pero en su guerra que le ha declarado a dos de los hombres de todas las confianzas del gobernador Enrique Alfaro -si no, no estuvieran donde están-, como son Manuel Romo, dirigente estatal de MC, y Alberto Esuqer, secretario de Asistencia Social, a quienes calificó de “arrastrados” y “arribistas”, parece que perdió toda la cordura, que la desesperación le gana cada día más, y que en su afán por recuperar alguna posibilidad de ser su candidato a la gubernatura, no sabe dónde está parado ni cuál debe ser su discurso para lograrlo.

Todavía ayer, con toda jiribilla, el periodista José Ángel Gutiérrez Aldana le preguntó: – Pablo, ¿no eres militante de Movimiento Ciudadano? -Yo nunca he militado en Movimiento Ciudadano ni en ningún tro partido político-, respondió.

Bueno, entonces con ese carácter de no ser militante de Movimiento Ciudadano, Lemus Navarro declaró ayer una serie de barbaridades que sólo denotan su desesperación por tratar de corregir algo el craso error que cometió de enfrentarse con Romo y Esquer. Dijo en entrevista “banquetera” -que al parecer son sus preferidas-, que va a pedir la expulsión de Manuel Romo y Alberto Esquer, como militantes de MC; que esa petición se la hará al dirigente nacional del partido, Dante Delgado Ranauro. En términos prácticos, ignoró al líder y jefe político de MC en Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro.

Más tarde, le hizo las siguientes declaraciones al colega Gutiérrez Aldana:

“Nosotros (habló en plural, pero nunca precisó quiénes son “nosotros”, si no es militante de MC- nos vamos a quedar a luchar por Movimiento Ciudadano y no vamos a permitir que arribistas (…), ahora vengan a dividirnos a Movimiento Ciudadano (…). Voy a dar la pelea desde adentro, porque lo que ellos quieren es sacarme de Movimiento Ciudadano para quedarse con el platillo de lo que ellos no cocinaron. Voy a dar la pelea desde adentro…”.

Para asegurarnos que está bien de sus cabales, Jesús Pablo Lemus Navarro debe explicarle a los emecistas y a los jaliscienses en general lo siguiente:

¿Qué derecho cree tener para que sin ser militante de Movimiento Ciudadano, pida la expulsión de dos personajes que sí lo son? Es como si yo ahorita exigiera la expulsión de “Alito” Moreno del PRI o de Ricardo Monreal de Morena. O de Ricardo Anaya del PAN. O de Álvarez Maynez de Movimiento Ciudadano.

¿A quiénes se refiere cuando dice “nosotros”, que son los que se van a quedar a luchar por Movimiento Ciudadano? ¿A otros personajes que tampoco son militantes de MC? ¿A militantes de MC que están con él y no con Alfaro, Romo o Esquer? ¿Quiénes son “nosotros”?

¿Cómo acusa que Romo y Esquer van “a dividirnos a Movimiento Ciudadano”, si él no es militante, no pertenece ni está dentro de Movimiento Ciudadano? ¿Cómo se puede dividir a alguien que no está o pertenece a lo que presuntamente se busca dividir?

Dice que “voy a dar la pelea desde adentro”. ¿Desde adentro de qué? ¿De su despacho en Palacio Municipal? ¿Desde adentro de Palacio Municipal, así sea en el patio o desde adentro del lujoso baño que Morena denuncia que tiene? ¿Desde adentro de su casa? ¿Desde adentro del club al que pertenece? No puede dar la lucha “desde adentro” de Movimiento Ciudadano porque simplemente nunca ha estado en Movimiento Ciudadano.

Y la joya: Acusa que “lo que ellos quieren es sacarme de Movimiento Ciudadano”. ¡Caray! ¡Por favor! ¿Cómo lo van a querer sacar de un lugar o de algo en el que nunca ha estado adentro? Si no es militante de MC, si nunca ha estado dentro de MC, ¿cómo es que denuncia que lo quieren sacar de ahí?

Por favor, que alguien le ayude a Jesús Pablo Lemus a serenarse, a pensar bien las cosas antes de decirlas, a analizar muy bien sus palabras antes de que salgan de su boca, porque la verdad es que lo único que demuestra es que entre más habla, más se hunde. Que alguien le diga que “la regó” y que ahora enfrente las consecuencias.

¿Será, quizás, por eso, que el gobernador Enrique Alfaro dice que se divierte con el pleito de sus muchachos?

De eso, de la diversión de Alfaro, comentaremos en otra entrega.