Por Julio César Hernández
 
Que no, que si no fueron los supuestamente 500 invitados previstos a la comida “de la unidad” que organizó el Leobardo Alcalá Padilla, tampoco asistieron los 300 que referimos en este espacio en una entrega anterior.
 
Dicen que apenas si se acercó el centenar de asistentes, y que quizás por eso Alcalá Padilla decidió posponer para mejor ocasión su “destape” como aspirante a la dirigencia del PRI en Guadalajara.
 
Que quien se dio su vueltecita por ahí fue el dirigente estatal del partido, Javier Guízar Macías, pero que no duró mucho tiempo en el lugar. se entiende que su presencia es un mensaje para todos los aspirantes en el sentido de que no le hará “el feo” a nadie sino que, por el contrario, asistirá a cuanta invitación reciba de cualquier aspirante a cualquier cosa.
 
Obviamente quienes brillaron por su ausencia fue el dirigente o encargado del despacho (porque ya concluyó su período), Alberto Mora López, así como varios más de los aspirantes al mismo cargo que sí fueron invitados.