Por Julio César Hernández

Mientras la fracción edilicia del PRI advierte que Emmanuel Agustín Ordoñez Hernández tiene 60 días de plazo para demostrar que puede sacar adelante el Ayuntamiento como presidente municipal interino, en el Congreso del Estado ya se recibió el Acta de Cabildo donde se hizo esta designación.

El asunto fue turnado a las comisiones de Gobernación y de Desarrollo Municipal, para que estudien, analicen y dictaminen lo correspondiente.

Si no hay sorpresa alguna, el dictamen de ambas comisiones concluirá que el procedimiento aplicado por la mayoría de los regidores tonaltecas fue el correcto y que Ordoñez Hernández es el presidente municipal interino.

Es urgente que se atienda este caso, a fin de que el ambiente al interior del Ayuntamiento se normalice y que cada quien se dedique a hacer o a cumplir con su obligación.

Con esto, si se avala la decisión de los ediles, se acabará también el peregrinar de Salvador González del Toro, quien anda de aquí para allá reclamando que se le reconozca su legitimidad como alcalde y se acepte que sus compañeros regidores cometieron una “canallada” en su contra.

El diputado Samuel Romero Valle, presidente de la Comisión de Gobernación y el único que coincide con González del Toro –nadie más ha salido en su defensa-, reveló que en el Acta de Cabildo se explica que en la sesión del 21 de diciembre pasado no se eligió a un nuevo presidente sino a un sustituto, cosa incorrecta porque lo procedente era designar a un interino.

Bueno, pues ese error quedó solventado en la pasada sesión cuando se designó al alcalde interino, cuya responsabilidad recayó en Agustín Ordoñez.

O sea que en diciembre –quizás ya pensando más en las fiestas navideñas, las vacaciones y, lo más importante, el aguinaldo que recibirían-, los regidores cometieron dos errores que corrigieron en la sesión mencionada: por un lado, designaron a un alcalde sustituto y no interino; y, por el otro, designaron a Salvador González y no a Agustín Ordoñez, pese a que éste en las dos primeras rondas de votaciones siempre obtuvo el primer lugar.

Lo que pasa es que su cercanía con Jorge Vizcarra “escamó” a los regidores y a los panistas mismos, que le apostaron mejor a un desconocido que se “sacó la lotería” sin haber comprado boleto.

Insisto: si no hay sorpresa alguna, ya por fin estamos cerca de que las cosas en el ayuntamiento de Tonalá –que no exactamente en el municipio, porque la ciudadanía sigue su actividad habitual-, vuelvan a la normalidad.

Y la normalidad significa que Ordoñez Hernández esté al nivel de las exigencias, porque de no ser así –lo advirtió el regidor priísta Joaquín Domínguez-, entonces se recurrirá al Congreso del Estado para que designe a un Concejo Municipal que lleve las riendas del municipio por lo que resta de la administración.

Y, de esta manera, el PAN habría cavado su tumba allá en donde todavía el sol sale.