En su sesión del 19 de junio de 2008, el Ayuntamiento de Guadalajara -entonces encabezado por Alfonso Petersen Farah como presidente municipal- aprobó el Decreto Municipal número D 54/17/08 sobre el Proyecto Intervención Puerta Guadalajara, en cuyo segundo punto se asienta lo siguiente:
“Se aprueba la celebración de un convenio de asociación entre el Municipio de Guadalajara y la empresa Mecano América Sociedad Anónima de Capital Variable para el desarrollo del proyecto denominado Puerta Guadalajara, mediante la afectación y aportación condicionada de una superficie aproximada de 136,499 m2 a un Fideicomiso que servirá como instrumento para el cumplimiento de las obligaciones y garantía de los derechos de Mecano América Sociedad Anónima de Capital Variable y del propio Ayuntamiento de Guadalajara; aportación condicionada al cumplimiento de la entrega al Ayuntamiento de las obras que se relacionan en el punto cuatro del presente decreto, las que actualmente ascienden a un valor presente de $65 millones 534 mil” ( dólares) “y las que al momento de su entrega deberán contar exactamente con las mismas características de edificación y especificaciones técnicas actualmente plasmadas en el proyecto ejecutivo…”.
Asimismo, se aprobó la “afectación del inmueble con superficie aproximada de 136, 495 m2”, de una superficie total de 267, 813 metros y un decímetro cuadrados.
Como se advierte en el segundo párrafo anterior, la aportación de la superficie, por parte de la autoridad municipal, quedó “condicionada al cumplimiento de la la entrega al Ayuntamiento de las obras (…)”. ¿Y cuáles eran esas obras -para uso público, en beneficio de los tapatíos- que la empresa Mecano América, SA de CV estaba obligada a entregar al Ayuntamiento de Guadalajara y que nunca entregó? Son las siguientes:
1. Palacio de Congresos; 2. Museo Panamericano (con auditorio, galerías, biblioteca, talleres, cafetería y tienda; área administrativa, áreas de apoyo y foro abierto); 3. Una escuela primaria para 300 alumnos (ocho aulas, canchas deportivas, salón de usos múltiples y oficinas administrativas); 4. La urbanización de 82,726.90 m2 (espacios públicos de jardines, parques, plazas y paseos peatonales); y 5. Edificio para un hospital de segundo nivel.
Asimismo, la empresa se comprometía a rehabilitar el entonces Planetario y el Parque Huentitán, así como reforestar el Parque Zoológico.
A cambio de todo lo anterior, el Ayuntamiento de Guadalajara estaba obligado a entregar a Mecano América, SA de CV: Un predio de 45,093.10 m2 para un centro comercial, nueve torres de 25 niveles y nueve torres de 35 niveles; un predio de 4,708 m2 para una torre de oficinas de 62 niveles; un predio de 7,472 m2 para un hotel; así como una superficie de 101,098.30 m2 para estacionamiento en tres niveles.
De acuerdo al Convenio Marco de asociación, los plazos máximos para la entrega de las obras por parte de la empresa Mecano eran: Hospital, Planetario y escuela, 12 meses para cada uno; Parque Huentitán, 24 meses; Palacio de Congresos, Museo Panamericano, área urbanizada y zoológico, 44 meses para cada uno.
Con nada de esto cumplió la empresa Mecano América, SA de CV.
En el contrato se establecían también sanciones por mora o incumplimiento:
Por mora: “Puerta Guadalajara deberá pagar la cantidad que resulte de aplicar el 0.5% a el monto de inversión por cada uno de los inmuebles públicos, por cada trimestre completo de retraso en la entrega”. Por el hospital y la escuela se daba un plazo de gracia de seis meses adicionales.
Por incumplimiento: El pago de 65 millones 534 mil dólares o 688 millones 107 mil pesos a una paridad de 10.50 pesos por dólar, si no se cumple, doce meses después al vencimiento del plazo de entrega, concediendo plazo de gracia respecto al hospital, planetario y escuela.
¿Qué sucedió después del gobierno de Petersen Farah? ¿Cuál fue la actuación, decisión y acciones emprendidas por los gobiernos municipales que le sucedieron como los de Ramiro Hernández, Aristóteles Sandoval, Enrique Alfaro, Ismael del Toro y ahora el de Jesús Pablo Lemus? ¿Por qué no hicieron o hacen valer el cumplimiento del contrato o por qué no aplicaron las sanciones establecidas en el contrato? ¿Qué otras negociaciones se hicieron posteriormente por las que no se sancionó en su momento a la empresa incumplida? ¿Qué otras transacciones se hicieron sin la autorización del Ayuntamiento de Guadalajara como está establecido en el contrato inicial? ¿Quién le entregó a la empresa los predios sin que haya cumplido lo estipulado en el contrato, para que se argumente que ya es propiedad privada?
Todo eso, y más, es lo que es necesario ventilar y saber para que se explique por qué un particular tiene una propiedad municipal sin haber cumplido las obligaciones que tenían para que esa propiedad pasara a sus manos. Además, ¿qué superficie de todo el Parque Huentitán presuntamente sería de los particulares y qué tanto sigue siendo un área pública? ¿De veras el conflicto por el que fueron encarcelados los tres universitarios, es un conflicto “entre particulares”?