Gilberto Pérez Castillo
Cada día que pasa sin dar públicamente la cara, Carlos Briseño Torres ve estrecharse aún más sus márgenes de maniobra.
Luego de la traición de sus principales colaboradores, que se encargaron de informar al grupo de Raúl Padilla los pormenores de la estrategia del destituido Rector, y de la información que sobre su administración han recabado los padillistas, Briseño Torres cae día a día en condiciones más débiles para continuar su lucha.
Al parecer, ante esta realidad, ya son muy pocos los briseñistas dispuestos a continuar, desde adentro o afuera, la pelea contra el grupo en el poder universitario.
También parece que el propio Carlos Briseño ya no se muestra tan interesado en continuar con la rebelión que encabezó y en la que muy pronto fracasó.